HACE CINCO AÑOS, LUCHA POR VER A SUS HIJAS YA QUE EL PADRE NO PERMITE NINGÚN CONTACTO CON ELLAS


Así contó Doralina Vera, en entrevista con IN, donde informó respecto al peregrinar ante la justicia por poder ver a sus hijas que ahora tienen 13 y 15 años de edad. El padre de las menores sería un operador político del distrito de Itapúa Poty que no le permite ver a sus hijas, y a pesar de haber presentado acciones ante la Justicia hace cinco años, nadie resuelve a su favor. 

https://youtu.be/QljR2cSyixQ

Actualmente, la misma espera que el Juzgado le conceda al menos los fines de semana cada 15 días a las niñas, para quienes ya tiene preparado un cuarto, ropas, zapatos y juguetes que el padre no acepta que se los entregue para ellas. El caso se encuentra actualmente en manos de la Jueza Evelyn Peralta. 

Dora, como se la llama, contó que vivió cuatro años con el padre de las menores, donde aseguró haber sido víctima de violencia, incluso estando embarazada de las niñas, recordó que huía a la chacra para evitar castigos del hombre con quien compartía. 

En 2008, decidió salir de la casa con su hijo mayor de cinco años y sus hijas de uno y tres años en ese entonces, fue a vivir con su padre y como la mayoría de sus hermanos se encuentran en Buenos Aires tuvo la oportunidad de viajar a trabajar en aquel país. 

Las niñas no contaban con cédula de identidad, por lo que no podía viajar con ellas entonces acordó dejarlas con su padre y viajar, durante todo ese año la mujer aseguró enviar dinero para sus hijas. A finales de 2008 volvió con su ex pareja, pero en un mes casi la habría matado, según relata, por lo que nuevamente tuvo que huir al vecino país. 

Al retornar en 2015 enfrenta acciones ante la Justicia para recuperar el contacto con sus niñas, pero a pesar de que las niñas sufren violencia, según un informe de la CODENI de la localidad donde residen, donde el acta revela el deseo de las niñas de salir del lugar, el Juzgado las obliga a seguir permaneciendo bajo la tutela del hombre. 

La mujer asegura que trabajó duro en Buenos Aires, actualmente tiene una casa en Encarnación para tener a sus hijas bien ya que asegura que las menores son sometidas a trabajos en la chacra, viven de manera muy precaria y con la ayuda de ella como mamá pueden tener un futuro 

La misma ruega poder tener contacto con sus hijas, recuerda que vecinos le comentan que son víctimas de castigos físicos de parte del hombre frecuentemente, por ello solicita la urgente intervención de la Defensoría de la Niñez en este caso y junto al Juzgado resolver lo mejor para las menores.





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