No en balde se dice que madre hay una sola. Es el caso de una doña oriunda del departamento de San Pedro, quien en un gesto de inmenso amor donó a su hijo de 15 años uno de sus riñones, para darle una mejor calidad de vida al muchacho, quien vuelve a “vivir” luego de que durante dos años se sometiera a tratamientos de hemodiálisis.
El procedimiento fue el primero del año y consistió en un trasplante renal pediátrico con donante vivo en donde una madre fue la donante. La operación fue exitosa.
La Dra. Leticia Florentín, jefa del Departamento de Nefrología Pediátrica, contó que tras un año de no realizarse este tipo de intervenciones quirúrgicas debido a la pandemia, se reiniciaron los trasplantes pediátricos en el centro hospitalario.
Explicó que los niños con problemas renales se deterioran muchas veces de forma irreversible si permanecen por un tiempo prolongado en diálisis, es por eso que el trasplante realizado en la brevedad posible ayuda a mejorar la calidad de vida. La donante en este caso fue la madre, resaltándose que la ablación del órgano donado fue vía laparoscópica, permitiendo de esta manera que la invasión quirúrgica sea mínima, además del restablecimiento rápido en el posquirúrgico de la donante.//CRÓNICA
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