Inseguridad no perdona ni en la dependencia policial. En pocos minutos el teléfono de la psicóloga desapareció. La impotencia que sintió la psicóloga Leticia Flores la hizo romper en llanto en plena Comisaría 3ra. de Luque.
En la tarde del sábado le robaron su celular en la dependencia policial y, para colmo, según la licenciada, le echaron la culpa por “desatenta”. Leticia fue a la comisaría con su hija para retirar el certificado de Vida y Residencia. Bajó de su auto y entró al sitio con su billetera, sus llaves y su celular en mano. Se acercó a la recepción, donde había una ventanilla con soporte que era usado como mesita para firmar documentos. Mientras conversaba con la encargada bajó sus pertenencias en ese lugar. “La secretaria me explicó todo lo que debía hacer, le pedí dos copias (del documento) por si me equivocase. Luego le agradecí, agarré mi billetera y mis llaves, salí de la comisaría, me fui a mi auto y al instante me percaté de que no tenía mi celular”, dijo la psicóloga. Leticia regresó a la comisaría y preguntó a la uniformada si vio su celular, pero ella no lo había visto. “Fue en cuestión de minutos, pregunté a la recepcionista si vio mi celular y me dijo que ella no se puede percatar de todo”, dijo la víctima en contacto con Ñanduti.
Pidió ayuda a otros policías, pero tampoco sirvió mucho. Le indicaron que no había cámaras de seguridad en toda la comisaría y que era difícil resolverlo. “Me puse a llorar de la rabia. Uno de ellos llamó, dio tono primero, pero en el segundo ya apagaron”, apuntó. Peor se sintió la afectada cuando un suboficial le dijo: “Para qué luego dejás tus cosas ahí a la vista de todos”, le dijo, según la denunciante. Más tarde le preguntaron si recordaba cómo era la persona que estaba detrás de ella en la fila. Describió a un hombre robusto con short y campera negra. Revisaron los papeles ingresados recientemente en ventanilla y llamaron a un señor que era el sospechoso. Le dijeron que le faltaba una firma y que debía regresar a la comisaría. Minutos después el sujeto regresó. Los policías le preguntaron si robó el celular y, como era de esperarse, lo negó y lo dejaron ir. “Fue muy bochornoso, no es por el aparato, sino por los documentos de trabajo que llevo adentro”, lamentó Flores.
La señora hizo la denuncia y tuvo que exigir que pongan que ocurrió en la comisaría. Lo registraron como un “extravío” y no “hurto” de celular. fuente EXTRA
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