“El Pueblo de General Artigas te atrapa”, aseguró Rubén Caredio, un empresario argentino que se enamoró de una artigueña y de su pueblo natal.
El mismo relata que conoció a su esposa Hilsa Mabel Duarte Zarza hace 37 o 38 años y ella lo trajo al pueblo de Artigas que conoció hace 35 años, resaltando que fue atrapado por la comunidad a la que describió como segura, tranquila y con gente muy generosa.
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“Cuando salgo con el automóvil tengo que ir con todos los vidrios totalmente bajos porque saludo a uno, saludo a otro”, relató Rubén Caredio quien tuvo la oportunidad de conocer muchos países con su trabajo, pero entre todos los lugares que pudo elegir para vivir, eligió a Artigas.
El mismo aseguró que vio crecer a este pueblo, especialmente en los últimos cinco años, donde la característica más importante para él es “la libertad que conlleva vivir en este pueblo” destacó, ya que en Argentina viven en una zona muy insegura. “Salgo a pasear en bicicleta y puedo disfrutar con total tranquilidad, nunca tuve algún inconveniente» resaltó
Por su parte, Hilsa Mabel Duarte rescata siempre en sus obras aspectos representativos de su distrito.
Es así que ambos, han decidido pasar lo que le resta de vida en este distrito de Itapúa, que va conquistando por la amabilidad de su gente, la tranquilidad que ofrece y su rica historia.
“No cambiaría este lugar por otro” dijó Caredio quien agiliza sus documentaciones de radicación definitiva en el país por amor al pueblo de General Artigas.
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