Gustavo Leite, titular de la Cartera de Industria y Comercio, en una entrevista concedida al programa de la Radio 1080 “Va con Onda”, resaltó los logros de la política energética aplicada por la administración del presidente Horacio Cartes.
Recordó así la decisión tomada por el Gobierno para potenciar el papel de la estatal Petropar en la venta directa de los diversos tipos de combustibles, con la apertura de más estaciones de servicio de la petrolera y los decretos normativos que posibilitaron precios finales más bajos y mejor calidad a favor de la población, incluso logrando también la reducción del costo del pasaje del transporte urbano, que de más de 2400 guaraníes se redujo a 2000 guaraníes, esto último en el servicio convencional.
Sobre el tema puntual de la política referida al gas, Leite recordó cómo el precio por kilo que pagaba el consumidor no se compadecía de los costos bajos pagados por las fraccionadoras “Lo que se vio es que el costo promedio del kilo de gas el año pasado no pasó de 2500 guaraníes en las fraccionadoras y el precio 8000. Si algo que cuesta 2500 se vende a 8000, entonces están ganando muy bien, lo que está bien, pero son ultra deficientes en la distribución”.
El Ministro recordó que esta situación dio pie a que Petropar ofrezca a quien quiera distribuir el gas a 5000 guaraníes el kilo a la gente, “Que pasó?, ese gas que costaba 8000 guaraníes el kilo, comenzaba a venderse a 6300-6500 guaraníes. El solo hecho de la entrada de un nuevo jugador, sin ningún decreto, hizo que la gente pueda comprar gas más barato”.
Leite puntualizó que este tema no sólo se centraba en un precio más justo, sino que este gas más barato llegue a todos los sectores, “Pero tenemos una deficiencia ese gas más barato no llega aún a todo el mundo y el Presidente Horacio Cartes pidió a Petropar una estrategia para llegar a todos los estratos, al barrio”. Dio como ejemplo el testimonio de una mujer adulta, habitante del barrio Sajonia, que debe pagar hasta 120 mil guaraníes, flete incluido, para recargar su garrafa. “Hay ciertas cosas que hasta pueden parecer populistas pero no son otra cosa que derechos humanos. No puede ser que una señora de 70 años que no pueda caminar no tenga gas a dos o tres cuadras de su casa y no pueda decir a su sobrino anda un poco cargarme ahí”.
