Isidro Cortessi, un anciano residente del Hogar de Ancianos Santa María, denunció haber sido víctima de una estafa desgarradora, supuestamente perpetrada por su propio sobrino, Waldemar Cortessi.
De acuerdo con el desgarrador relato de Don Isidro, su sobrino Waldemar le habría prometido que cuidaría de él y que utilizaría el dinero de la venta de la casa para financiar la operación ocular tan necesaria para recuperar la visión del adulto mayor, quien está ciego a consecuencia de las cataratas.
Su casa, que era su única propiedad, fue vendida por la suma de 50 millones de guaraníes y el tiempo pasó, pero la prometida operación nunca se llevó a cabo.
En cambio, Waldemar habría abandonado a Isidro en el Hogar de Ancianos Santa María y desapareció por completo. Este acto ha dejado a Isidro sin hogar, sin recursos y sin esperanza.
Isidro sólo recibe la visita de un amigo que de vez en cuando va a ver como se encuentra, sin embargo se encuentra desamparado ante la cruel estafa de la cual habría sido víctima.
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