Tras una disputa legal, controversias y postergaciones, la justicia paraguaya ha dictado sentencia a favor de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), ordenando que la Liga Encarnacena de Fútbol recepcione formal y legalmente el Estadio Villa Alegre, construido por la binacional en el marco del convenio de reposición del antiguo estadio afectado por las obras de la represa de Yacyretá.
El fallo en primera instancia ratifica que Yacyretá cumplió a cabalidad con las obligaciones asumidas en el convenio inicial firmado en el año 2009 con la Liga Encarnacena, que establecía la construcción de un nuevo estadio con una capacidad para 15.000 personas y un desembolso anual de 280.000 dólares anuales a favor de la liga mientras duraran las obras.
La EBY no solo finalizó las obras acordadas, sino que además financió un proyecto de ampliación con visión futura, que permitiría incrementar la capacidad del estadio a 30.000 personas, pero según el convenio firmado por las autoridades deportivas esto quedaba a cargo de la Liga Encarnacena.
El conflicto
Todo comenzó con la necesidad de reponer las infraestructuras afectadas por la construcción de la represa de Yacyretá, la cual alteró profundamente la fisonomía urbana de Encarnación. Uno de los elementos damnificados fue el estadio original de la Liga Encarnacena, lo que motivó la firma de un convenio entre las partes para construir un nuevo estadio: el actual Villa Alegre.
Sin embargo, tras la culminación del estadio —que actualmente cuenta con una capacidad de 16.000 personas y una inversión de más de 12 millones de dólares— surgieron los desacuerdos. La Liga Encarnacena se negó sistemáticamente a recepcionarlo, argumentando que la binacional debía no solo construir el estadio base, sino también ampliar su capacidad a 30.000 espectadores, lo cual, según dictaminó la justicia, no estaba contemplado en el acuerdo original.
Costos de mantenimiento
Aunque las discusiones públicas giraban en torno a la capacidad del estadio, el trasfondo del conflicto parece estar relacionado con los altos costos que implica el mantenimiento del predio: alrededor de 900 millones de guaraníes anuales. Desde diversos sectores se sospecha que la negativa de la Liga se fundamenta más en la imposibilidad financiera de sostener económicamente el estadio, que en cuestiones estructurales o legales.
Según los balances, la infraestructura no genera los ingresos necesarios a través de eventos deportivos y culturales como para cubrir sus gastos operativos, lo que representa una carga insostenible para una institución como la Liga Encarnacena.
Acción Legal y Fallo Judicial
Ante la negativa persistente, el entonces director de la Entidad Binacional Yacyretá, Dr. Nicanor Duarte Frutos, impulsó una demanda judicial exigiendo el cumplimiento del convenio. El fallo reciente da la razón a la binacional, concluyendo que todos los compromisos contractuales fueron honrados en forma.
La decisión judicial impone a la Liga Encarnacena la obligación de recepcionar oficialmente el Estadio Villa Alegre, aunque el futuro de su gestión y mantenimiento sigue siendo incierto.
Este medio no se hace responsable ni partícipe de las opiniones vertidas por los usuarios de esta sección. Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Itapúa en Noticias se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios injuriantes, discriminadores o contrarios a las leyes de la República del Paraguay