La actividad física es fundamental en tiempos de pandemia, constituye un factor clave para mantener la salud porque mejora el funcionamiento de numerosos sistemas orgánicos y ayuda así a prevenir, tratar y recuperar muchas afecciones físicas y mentales.
En este contexto, la doctora Mirtha Ortiz, de la Dirección de Enfermedades No Transmisibles comparte las cuatro maneras para aprovechar el poder salutogénico de la actividad física, propuesto por especialistas de “Exercise is Medicina”, Sallis J. y Pratts M, difundido en abril de este año.
1. Si una persona es activa, la gravedad de la infección por Covid-19 puede ser menor
Los músculos activos producen dos tipos de compuestos biológicos, unos que aumentan la inmunidad y otros que disminuyen la inflamación. De esa manera el conflicto creado entre el virus y las células inmunes se atenúa, produciendo menor inflamación en los órganos atacados (especialmente pulmones), por ende, habrá menos complicaciones severas que necesitarían eventualmente uso de ventiladores pulmonares.
2. La actividad física es efectiva para prevenir, tratar y rehabilitar enfermedades cardíacas, diabetes y ocho tipos específicos de cáncer
Estas afecciones pueden aumentar el riesgo de gravedad y muerte entre las personas infectadas con el coronavirus. Por eso es muy pertinente alentar a las personas, especialmente a los portadores de afecciones crónicas y factores de riesgo que se mantengan activas antes de enfermarse para así ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad después de la infección.
3. Los síntomas de estrés aumentarán a medida que persista la pandemia
Debido al aumento de casos y gravedad diversa, óbitos, pérdida del empleo, reducción de ingresos y aislamiento social, estar físicamente activo puede ser un antídoto parcial contra el estrés de la pandemia porque brinda importantes beneficios para la salud mental al ayudar a sobrellevar mejor el estrés continuo y evitar enfermedades sicológicas como la depresión, ansiedad y angustia por la incertidumbre del día a día. Para sostener este punto, varios estudios reportan la liberación de sustancias del buen humor como la serotonina y endorfinas durante las sesiones de movimiento físico por ejemplo: baile, cultivar huerto o jardín.
4. El estrés psicológico crea desequilibrios entre el cortisol y otras hormonas
Esto debilita al sistema inmune y aumenta la inflamación subyacente y puede incidir sobre el curso de la gravedad de la infección del Covid-19. Las estrategias más efectivas para restaurar el equilibrio del cortisol son las sesiones de actividad física diaria y manejo del estrés para mejora de la dualidad inmunidad e inflamación.
Ortiz destaca que la actividad física es recomendada universalmente. «Hay suficiente evidencia para afirmar que la actividad física podría contribuir tanto a reducir la gravedad de la enfermedad Covid-19 así como a mejorar la calidad de vida antes y después de la infección”, concluye la profesional especialista en medicina del deporte.
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