La familia de Jorge Adalberto Silva, el hombre de 37 años que recibió un brutal botellazo en la cabeza en el Asentamiento San Carlos del Barrio San Miguel, asegura que su ser querido se encuentra con muerte cerebral. Según los allegados, la agresión habría sido motivada por una deuda de 5.000 guaraníes originada en una partida de truco.
El hecho ocurrió el pasado domingo en una cancha de vóley, donde de acuerdo con testigos, Ángel Gabriel Bareiro Medina, alias «Chino», de 18 años, exigió el pago de la deuda a Silva, que en realidad habría sido contraída por su padre. Al no recibir una respuesta satisfactoria, Bareiro reaccionó violentamente y atacó a la víctima con una botella, golpeándolo en la cabeza y dejándolo gravemente herido.
Silva fue trasladado de urgencia al Hospital Regional de Encarnación (HRE), donde ingresó con un traumatismo severo en la cabeza. El director del centro asistencial, Dr. Jorge Ayala, informó ayer que el paciente se encuentra en estado crítico y bajo estricta observación. Sin embargo, los familiares han expresado su angustia al señalar que los médicos les confirmaron que el daño es irreversible y que su condición equivale a una muerte cerebral.
«Los médicos nos dijeron que ya no hay esperanzas de recuperación», declaró un familiar de la víctima en medio de la conmoción.
Las autoridades iniciaron la búsqueda de Ángel Bareiro inmediatamente después del ataque. La Comisaría 101° del Barrio San Miguel recibió una denuncia y, tras un operativo en el Barrio Mburika, lograron ubicar y aprehender al sospechoso el lunes 3 de febrero, alrededor de las 21:00 horas. Bareiro fue arrestado en la vía pública y quedó a disposición de la justicia.
El caso está en manos del agente fiscal Francisco Villaverde, quien deberá determinar las imputaciones contra el detenido. Dependiendo de la evolución del estado de Silva, Bareiro podría enfrentar cargos más graves, que incluso podrían derivar en una acusación por homicidio en grado de tentativa o consumado.
La familia de Silva clama por justicia y exige que el responsable reciba el castigo correspondiente. «Nos destrozaron la vida por apenas 5.000 guaraníes. Mi hermano nunca tuvo problemas con nadie y ahora nos lo quitan de esta forma», expresó un hermano del afectado.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del caso.
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