Golpes de calor, insolación y quemaduras son algunos efectos que pueden producir la exposición inadecuada al sol.
Utilizar protector solar y beber constantemente agua para mantener la hidratación son claves.
La exposición prolongada al sol puede provocar daños severos a la salud, principalmente a los más pequeños, los adultos mayores y mujeres embarazadas.
La piel de los pequeños es más delicada, por lo que tiene menos protección y es afectada más fácilmente por los rayos solares. En tanto que, las personas mayores de 65 años tienen menos probabilidad de sentir y reaccionar ante los cambios de temperatura, por lo que deben evitar con más razón la exposición prolongada al sol y, si tienen la posibilidad, permanecer en ambientes climatizados.
Dependiendo de la intensidad, el sol puede provocar golpes de calor, insolación y hasta quemaduras en piel. Es siempre importante prestar atención a alguno de estos síntomas:
Golpe de calor: se manifiesta por aumento de la temperatura corporal, sed intensa, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, irritabilidad, aumento de la sudoración.
Insolación: la persona insolada presenta dolor de cabeza intenso y punzante, debilidad, mareos o confusión, dificultad para respirar, disminución de la capacidad de respuesta o pérdida del conocimiento. Además, aumento de la temperatura corporal, piel seca, caliente y enrojecida.
Quemaduras de piel: se observa desde enrojecimiento hasta quemaduras graves, provocando a largo plazo envejecimiento precoz y hasta cáncer de piel.
Ante la presencia de alguno de estos síntomas, se recomienda la consulta de manera inmediata y se insta a evitar la automedicación.
Para protegerse, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recomienda:
• Beber constantemente agua.
• Evitar la exposición solar prolongada en horas pico, entre las 10:00 y 17:00.
• No exponer a los niños al sol, principalmente a los menores de 1 año. Además, se indica protección solar con factor 60 para los niños que estén bajo los rayos solares.
• Es ideal que las personas adultas mayores estén bajo supervisión de algún amigo, vecino o familiar, para actuar rápidamente ante alguna descompensación. Los mismos recaudos se deben extender para las embarazadas.
• Mantenerse a la sombra, siempre que sea posible.
• Usar protector solar con, al menos, Factor 20 de Protección Solar.
• Utilizar sombreros, lentes de sol y ropas claras, como elementos de protección.
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