EL INSÓLITO CASO DE LA MUJER QUE FINGIÓ EMBARAZO Y ROBÓ EL BEBÉ DE SU AMIGA




Una mujer de 42 años fue detenida en Argentina por quitarle el hijo recién nacido a una amiga luego de fingir un embarazo. Su pareja incluso se tatuó el nombre del hijo ficticio que esperaba.

Según publica Infobae, una mujer llamada María Esther dejó a Amadeo, su bebe recién nacido de 9 días, en la parte delantera de su casa de Ezeiza. Lo apoyó sobre el moisés que estaba en el living. Sólo por unos segundos, pensó en su cabeza. Tenía que ayudar a su otro hijo en otra de las habitaciones. Cuando regresó para darle la teta al recién nacido, el bebé ya no estaba. Había desaparecido. La desesperación se apoderó de ella. Salió corriendo a la calle, gritó, lloró y llamó a la policía. Allí, los vecinos se acercaron.

En ese momento de alteración absoluta, un chico del barrio le reveló un dato que sería la punta del ovillo de una historia increíble e insólita: “vi a una mujer con capucha y gorrita que salió corriendo con un bebe en brazos”, le dijo.

 

El robo dio inicio a una investigación a cargo de la UFI N° 1 de Ezeiza con la fiscal Florencia Belloc, que logró recuperar al recién nacido en cuestión de cuatro horas. No estaba lejos. Se encontraba en una casa a solo cinco cuadras.

A partir del hallazgo, descubrieron una historia que parece de ficción, pero fue real: Rosa Barreto, una de las mejores amigas de María Esther, fingió un embarazo durante 9 meses y cuando la mentira estaba llegando a su fin decidió robar al bebe para sostener el engaño. Durante el falso embarazo incluso realizó un baby shower. Su novio incluso se tatuó el nombre del falso hijo, creyendo que sería padre del bebé por venir.

Cuando los investigadores recibieron la denuncia, comenzaron un trabajo en el barrio donde había sido robado Amadeo que incluyó testimonios de vecinos y análisis de cámaras de seguridad. Los primero que descubrieron es que, efectivamente, una mujer habría ingresado a la casa saltando el portón principal.

Esa investigación los condujo luego a una precaria casa, a cinco cuadras de donde María Esther vive con sus hijos. En esa vivienda vive un hombre llamado A.F, que tenía al bebe acostado sobre un sillón. Quedó detenido inmediatamente.

En su declaración policial, el hombre dijo que no tenía nada que ver. Afirmó que el bebé se lo había traído su hermana, Rosa Barreto de 42 años, la amiga de María Esther. Señaló también que el, en todo momento, pensó que se trata de su sobrino recién nacido.

Con estos datos sobre su escritorio la fiscal Belloc, junto al secretario Federico Ricard, lograron ubicar a Barreto. Estaba en su casa junto a su pareja, 20 años menor que ella. Cuando los policías de la Bonaerense le explicaron la situación se hizo la desentendida, negó el robo y continuó hablando de “su hijo”.

Cuando allanaron el domicilio, los investigadores dudaron. Efectivamente, la casa estaba preparada para recibir a un bebe. Había una cuna y elementos para recién nacidos. Incluso la pareja de Rosa Barreto mostró el tatuaje que se había hecho con el nombre de su supuesto futuro hijo: “Ian”.

A partir de la recuperación del bebé, y la devolución a su madre, y la detención de Barreto y de su hermano, desde la fiscalía comenzaron a trazar una reconstrucción de los hechos que quedó plasmada en el expediente.

La hipótesis es que cuando Maria Esther quedó embarazada, Rosa, su amiga desde hace 16 años, anunció que también esperaba un bebé.

No sabemos aún por qué lo hizo, quizás por celos a su amiga o por algún conflicto con su pareja. Pero lo cierto es que les hizo creer a todos que ella también estaba embarazada”, explica un investigador.

La mentira de Rosa Barreto fue tan lejos que hasta organizó un baby shower para recibir a su supuesto hijo. Las fotos fueron recuperadas por la fiscalía e ilustran esta nota. A Rosa y a su pareja se los ve felices, sonriendo y disfrutando con amigos que le hacían pintadas en la panza a la “futura madre”.

Incluso, en el allanamiento que se hizo a la vivienda de Rosa Barreto, sobre la Av. Argentina al 1100, luego de recuperar el bebe, se encontró una ecografía. Pero era del pequeño Amadeo.

La explicación de cómo llegó ese estudio a la casa de Rosa, la dio María Esther: “Ella vino hace un tiempo y me dijo que necesitaba una ecografía para justificar su ausencia a un piquete. Yo se la di para ayudarla”.

En el resto del relato de la mamá de la víctima, los investigadores encontraron rastros del armado de la mentira: “Ella estuvo muy encima mío durante el embarazo. Me llamaba muy seguido y me visitaba. Mi hijo tenía fecha de parto par el 25 pero se adelanto y ella estaba permanentemente consultando si ya había nacido

Con el caso aun abierto, hay una pregunta que desde la fiscalía todavía no terminan de resolver del todo: ¿el supuesto padre, es decir el novio de Rosa, no sabía nada?. “Creemos que fue engañado por ella. No tenemos elementos todavía para deducir que fue cómplice del robo”.

Al día siguiente de las detenciones, el hermano de Rosa fue liberado. La mujer es ahora la única detenida. Cuando tuvo la oportunidad de defenderse, prefirió el silencio y se negó a declarar. El artículo 146 del Código Penal establece una pena de “reclusión de 5 a 15 años” para aquel que “sustrajera a un menor de 10 años de sus padres”. fuente DIARIO HOY








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