En el día de la fecha la jueza del fuero civil, Abg. Graciela Scala dictó un fallo, donde condenó a la Institución Bancaria, a abonar la suma de Gs. 1.000.000.000, más gastos del juicio.
Este conflicto de larga data inició en el año 2016 cuando la señora Rossana María Letizia Rienzi Soler entregó como parte de pago por la compra de un inmueble, un cheque de 500 millones de Guaraníes con cargo a la empresa de su ex marido Jorge Florentín y su socio Diego Arrúa.
El cheque era la garantía de un préstamo interno entre la señora Rienzi y la mencionada empresa.
Compra de inmueble y procedimiento irregular
La Sra. Soler, entregó este cheque como parte de pago por la compra de un inmueble, dónde la vendedora de la propiedad, como es obvio, intentó cobrarlo en la ventanilla del banco de donde procedía el documento, que en ese entonces era el Banco Itapúa.
El cheque fue presentado en la ventanilla pero por el monto considerable, se solicitó la verificación.
En ese momento, se presentó en el lugar el Vicepresidente del Banco, Oscar Ricardo Arrúa y en un procedimiento absolutamente irregular, dan aviso al librador del cheque para que se presentara en la institución bancaria. Vale mencionar que el Vicepresidente es a su vez padre del librador, Diego Arrúa.
Tras varias horas, se presenta el librador del cheque, el banco le hace entrega del mentado cheque por la suma de Gs. 500.000.0000, y sin más palabras, éste procede a la destrucción total del cheque, saliendo raudamente del lugar y dejando a la tenedora del cheque espantada por tal acto. Todo esto quedó grabado en las cámaras de seguridad del banco y fueron piezas fundamentales en el proceso.
Desde ese momento el Banco ITAPÚA, no se hizo cargo de este irregular procedimiento, a pesar de que una vez que el cheque es entregado en ventanilla, el Banco pasa a ser garante del mismo, y debe proteger celosamente los derechos de quien se encuentra como tenedor del documento.
Sin sanciones o auditoría
Llamativamente la Superintendencia de Banco del Paraguay, aún no adoptó ninguna sanción al Banco ITAPÚA Saeca, y se desconoce la existencia de algún procedimiento en averiguación de lo ocurrido. Por esta razón la víctima inició una demanda contra el mencionado banco, que como se mencionó al inicio de esta publicación, hoy ha concluido.
El Abg. Isidro Salinas, quien representó a la señora Rienzi en este proceso civil y con quien tuvimos una conversación telefónica, nos refirió que insistirá nuevamente ante la Superintendencia de Banco para que adopte medidas severas.
Por lo pronto, interpondrá un recurso de apelación en razón a que considera que el monto condenado se encuentra por debajo de todo el perjuicio ocasionado. Al tiempo que manifestó que requerirá ya el dictado de medidas cautelares.
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