Quien no lo habrá escuchado acercarse con su uniforme rojo, caminando al costado de su bicicleta donde lleva su canasto cargado de ricas chipas, su sentido del humor y picardía hace que sus clientes compren chipa entre risas.
Se trata de Pelagio Cabrera oriundo de Coronel Bogado, donde tiene su familia, está en este rubro hace 25 años.
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Su recorrido inicia de madrugada para completar la venta de al menos dos canastos de chipa por día.
En su bicicleta recorre Encarnación en zonas como el circuito comercial, La Placita, la Terminal de Ómnibus, la Municipalidad y el centro de la ciudad hasta la Avda. Caballero.
Este incansable trabajador es uno de los personajes encarnacenos, estampa para los visitantes de la ciudad que demuestran las ganas de salir adelante honestamente.
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