“Que no quede huella, que no y que no”… Una funcionaria del Instituto de Previsión Social, procesada en el caso de la venta de cargos, habría hecho desaparecer evidencia de un celular de una insólita manera.
Durante la entrega vigilada, incautaron tres teléfonos a la enfermera María Luján Aguilera Chaparro, de los cuales uno estaba reseteado y sin chip.
La Fiscalía tiene fuerte sospecha que la mujer lo metió a la boca, lo tragó o tal vez lo tiró a la calle.
Aguilera Chaparro está imputada por estafa y asociación criminal, al igual que José Manuel Agüero Stelhik, la abogada Fátima Agüero Stelhik, el funcionario Eduvigis Espínola y la exfuncionaria Zulma Villalba Colmán.
Jorge Aquino Riveros está imputado por asociación criminal.
Suma y sigue
El Ministerio Público informó ayer sobre la séptima detención en el marco de la causa.
Se trata de Jorge Felipe Saboredo Azcurra, también asignado a Recursos Humanos del IPS, así como Espínola.
Su tarea era cargar los datos de los funcionarios en el sistema informático de la institución. Él fue agarrado estando de vacaciones.
“Durante el allanamiento a su oficina se encontraron varios indicios de su supuesta conexión con los hechos investigados y varias planillas con nombres de empleados que no lo son realmente, pero estarían percibiendo salarios de una ONG, dirigida por la madre de la procesada Zulma Villalba”, detalló la Fiscalía.
Hasta el momento, las autoridades no dan a conocer cuál sería la organización involucrada, pero la dirige la mamá de Zulma Villalba.
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