Pobladores y vecinos del sector denuncian la constante exposición al humo tóxico de cubiertas y basuras que proviene de la quema irregular de estos desechos en un terreno baldío de la zona.
En el lugar no hay ningún sistema de tratamiento o “encargado” de monitorear este procedimiento. Los camiones llegan desde los municipios de Encarnación y Cambyretá, y simplemente arrojan su basura allí para que sea quemada al aire libre.
En comunicación con el Lic. Miguel Cardozo, el mismo manifestó que la situación es insostenible, pero desgraciadamente ninguna autoridad se hace cargo de la situación.
Los vecinos no pueden ni siquiera salir afuera de sus casas ni comer por la cantidad impresionante de moscas que inundan los hogares todo el tiempo, además del olor nauseabundo.
El MADES ya ha tomado intervención en esto y, según Miguel Cardozo, pronto se ordenará el cierre inminente del lugar. Sin embargo, los lugareños no descansarán hasta que las autoridades comprometidas con este daño ambiental paguen por lo que hicieron.
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