Graciela Cantero es madre de tres hijos con trastorno del espectro autista y relató la dura experiencia que debe atravesar cada vez que se utiliza pirotecnia sonora en los alrededores de su vivienda para distintos tipos de eventos.
La madre desesperada dijo que sus hijos lloran y claman por auxilio ante el tremendo sufrimiento que les genera el estruendo. Graciela teme que esto se agrave aún más durante estas fiestas de fin de año, por lo que rogó a las autoridades municipales que tomen acciones, ya que ella manifestó que le están “dando la espalda» ante su difícil situación, siendo que ella es una persona muy humilde.
“Hay niños que cuando escuchan sonidos de pirotecnia, se quieren suicidar. Mi hijo más grande que no habla, me hace señas diciéndome que falta matarse nomas” relató la madre.
Un crudo relato que visibiliza una situación de tortura para una familia, que de momento solo puede apelar a la conciencia de la ciudadanía.
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