El golpe de calor se produce cuando la temperatura ambiente está cercana a los 40°C. y se realiza actividad física de cierta intensidad. El calor producido por el trabajo muscular debe eliminarse al exterior del organismo, especialmente a través de la sudoración, y si el ambiente es muy caluroso, sobre todo si hay humedad, este intercambio no se puede realizar y el organismo sufre, retiene el calor aumentando la temperatura corporal hasta niveles que no puede soportar el organismo y es cuando se produce el “golpe de calor”, explica el titular del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, Dr. Abdón Villamayor.
Puntualiza que el golpe de calor se caracteriza por presentar la piel caliente, enrojecida, seca o húmeda, pulso rápido y fuerte (taquicardia); pueden aparecer calambres, dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, náuseas, vómitos y hasta llegar a la pérdida del conocimiento si no se actúa con rapidez.
El Dr. Villamayor menciona que cuando aparecen los primeros síntomas es necesario resguardarse del calor en sitios más frescos, recostarse y aflojar la ropa y, de esta manera, contrarrestar los efectos del golpe de calor. “De ser posible refrescarse la piel con paños húmedos y fríos, tomar sorbos de agua, y en caso de presentar vómitos persistentes, obnubilación y cefalea intensa es mejor buscar atención médica de urgencia”.
Cuidados para adultos mayores
Las personas de 65 años o más tienen menos probabilidad de sentir y reaccionar ante los cambios de temperatura. Las personas en esta franja etaria deben evitar exponerse al sol y, de ser posible, permanecer en edificios con acondicionadores de aire tanto como sea posible. Es conveniente que el adulto mayor esté acompañado de algún amigo o vecino y no solo.
Es recomendable beber más agua que de costumbre y no esperar a tener sed para beber más, así como cumplir las otras recomendaciones.
Prestar una atención especial a los que deben tomar diuréticos, estos se deben disminuir hasta lo máximo permitido y/o suspender en estas épocas de calor intenso, por la posibilidad de deshidratación.
Los niños y el calor
Los bebés y los niños hasta la edad de 8 a 10 años son muy sensibles a los efectos del calor y, por lo general, dependen de otras personas para mantenerse frescos e hidratados, por lo que se debe estar atento para brindarles agua.
Nunca dejar a un niño en un vehículo estacionado. Ni tampoco dejar a las mascotas en autos estacionados, ya que ellos también pueden sufrir enfermedades por calor.
Igualmente se debe vestir a los niños con ropas sueltas, ligeras y de colores claros.
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