Un día que debía ser de felicidad para el Sargento Primero Lauro Ramón Monzón, se trasformó en luto tras su cobarde asesinato junto a sus compañeros de la Fuerza de Tarea Conjunta.
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Su pareja, Estela Mary Espinoza, embarazada de tres meses, habló con Itapúa en Noticia de este doloroso momento que vive recordando seis años de relación con Lauro, donde juntos construyeron su casa en San Pedro del Paraná y soñaban con recibir al bebé en camino estando casados para seguir formando su hogar.
El militar asesinado pidió permiso hace un mes para el día de su boda, tenía pagada la decoración, el servicio y hasta eligió el vestido que quería que su amada luzca el día de su boda, eligieron la torta.
Ella recordó que al despedirse la última vez, su amado le dejó la medalla de Itacua que siempre portaba como religioso, diciendo que a pocos días regresaría a casarse.
La mujer contó que su pareja apenas pasaba ocho días en su casa y más de un mes en la zona roja, lo que siempre le cuestionaba, a lo que él respondía que debía cumplir las órdenes, recordó que fue él quien pidió integrarse al FTC para luchar contra el EPP.
La viuda contó que en el norte del país, los militares enfrentan numerosas necesidades, pocos protegidos y con pocas armas para enfrentar al enemigo. “Solo carpa tienen y escasas armas” resaltó. Si bien nunca escuchó quejas de su pareja, sabía que lo que enfrentaba en servicio no era fácil, siempre rondaba el temor, pero también el deseo de combatir y eliminar al grupo enemigo para que deje de crear zozobra en el país.
La misma pidió justicia para Lauro Monzón y sus compañeros. Nadie le podrá borrar el dolor y la soledad. Pero ahora, la responsabilidad de criar a su bebé en camino, le da a la mujer fuerzas para seguir.
El Sargento Primero Lauro Ramón Monzón quien fue abatido en manos de un grupo criminal, sus restos llegaron a Itapúa el viernes 30 de julio pasado, siendo recibido por sus hermanos el Sargento Silvio Monzón, en compañía de su hermano Cándido Monzón, en el aeropuerto de Encarnación.
El mortal atentado contra una comitiva militar se produjo en la tarde del jueves último en la zona de la estancia La Yeya, en el departamento de San Pedro, cerca del límite con el departamento de Amambay.
En el ataque registrado el jueves 29 de julio pasado fallecieron tres militares el Sargento 1° de Infantería Lauro Ramón Monzón Acosta, de 30 años, el Sargento 1° de Material Bélico Mauricio Pérez Paredes, de 26, y el Sargento 1° de Infantería Eulalio Espinoza, de 29 años, todos militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC)
Todos viajaban a bordo del vehículo de la marca Toyota, modelo Land Cruiser que sufrió el estallido de una bomba instalada en el camino, la cual dejó un agujero en la tierra, el camión quedó destrozado y su motor a unos 70 metros del lugar de la explosión.
El finado Pérez Paredes vivía en el barrio Virgen del Rosario de Piribebuy del departamento de Cordillera y Espinoza era oriundo de la ciudad de Yaguarón en el departamento de Paraguarí.
Detrás del camión se desplazaba una camioneta con seis efectivos militares, quienes recibieron disparos desde una zona boscosa a los que respondieron con tiros a los atacantes y afortunadamente todos resultaron ilesos.
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