Números alarmantes. La brecha en la educación a distancia y la pérdida de capacidad individual y familiar de acceder a una alimentación regular de calidad ante la pérdida del empleo son dos de una serie de consecuencias de las medidas aplicadas por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus, según el informe 1000 voces, amplificando las voces de las personas referentes de las comunidades.
Los resultados del estudio fueron presentados ayer por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA). El trabajo, impulsado por un conjunto de organizaciones civiles, tiene por objetivo conocer la realidad de familias en situación de vulnerabilidad, en el contexto de la pandemia de Covid-19, desde la percepción de personas referentes comunitarias.
Celeste Gómez, politóloga e investigadora, señaló que la educación es una de las dimensiones que se vieron más afectadas por la cuarentena y las políticas implementadas para poder dar continuidad a los procesos de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes. Los resultados fueron reveladores.
De 1.000 referentes sociales encuestados de 76 municipios de 15 departamentos en zonas vulnerables del país, el 83,8% indicó que el celular (smartphone) es el principal medio para llevar adelante la ‘‘escuela en casa’’ del Ministerio de Educación en las comunidades vulnerables. El 6,9% con fotocopias, folletos y 4,8% computadoras.
En cuanto al acceso a internet, el 70,7% señaló que las familias acceden por paquetes de datos y el 26% no tiene acceso a internet. Solo 1,4% se conecta para las clases por wifi y 0,7% presta conexión de otro.
Sobre esta política educativa en tiempos de pandemia, el 67,8% manifestó que tiene sus desventajas, en contrapartida del 24,6% que afirmaron que tienen ventajas como desventajas.
En cuanto a la percepción de los beneficios, el 41,8% dijo que la principal ventaja es acompañar el aprendizaje de los niños, niñas adolescentes, y el 33,9% estar más tiempo con los hijos.
Sobre las desventajas, el 23,3% de referentes hablaron de la falta de comprensión sobre los temas tratados. “Esto puede estar ligado por la brecha generacional en educación, muchos padres y madres que no lograron terminar su paso por la primaria, secundaria, sin embargo, hacen el esfuerzo de que sus hijos sí puedan estar en el sistema educativo. A ellos vemos les cuesta brindar apoyos a sus hijos’’, señaló Gómez.
A las dificultades que hay, se suma que el 21,5% no tiene tecnología para las clases en casa. “Vimos que se cuenta con celulares, pero es bajo el porcentaje. El 18% de los referentes dicen que la dificultad es que no se tiene dinero para el saldo, para la compra de paquetes. ‘‘Los referentes hicieron hincapié en el alto costo que implica llevar adelante la escuela en casa’’, resaltó.
COMIDA
Por su parte, Aníbal Cabrera, director del CDIA, señaló que la emergencia sociosanitaria tiene un fuerte efecto económico en las comunidades y a largo y mediano plazo que tiene que ver con la profundización de las brechas de desigualdad.
Según el informe, el 80% de las familias comían hasta tres veces al día antes de la cuarentena, durante el tiempo que duró la medida sanitaria se redujo al 42,3%. Un 52% pudo seguir accediendo a la comida y ahora con la cuarentena inteligente, mejorando pero sin llegar a los mismos niveles de alimentación.
El 17,1% comía hasta cuatro veces al día, pero este nivel de alimentación no se recupera con la cuarentena inteligente.
Asimismo, el 72,2% de los encuestados señalaron que accedían a los alimentos por medio de sus ingresos antes de la pandemia, durante la cuarentena, el 54% de las familias pudieron acceder a los alimentos por medio de la ayuda de la comunidad, las conocidas ollas populares. El 26% mencionó que fueron los mismos vecinos y vecinas los que hicieron las donaciones para las ollas populares.
Los hogares también son el centro de otra problemática: la violencia intrafamiliar. Casi el 80% mencionó que tuvo conocimiento de violencia; el 45% hacia niños, niñas y adolescentes, 30% hacia mujeres. Las Codenis y las comisarías fueron las instancias a la que acudieron la mayoría.
La CDIA resaltó en sus conclusiones que el riesgo que generó la cuarentena, con fuertes implicancias sociales, económicas, sanitarias e incluso culturales, hace que las personas de las comunidades con mayor vulnerabilidad, observen que su calidad de vida se deteriore aún más; y que las brechas de desigualdades aumenten, generando una crisis de derechos humanos, en tiempos de paz y democracia en Paraguay. Fuente: UH
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