El cierre de las fronteras y la dificultad para importar semillas de cebolla, tomates, papas y otros rubros frutihortícolas plantea al Paraguay la necesidad de realizar las inversiones necesarias para desarrollar semillas propias, según el director de Extensión Agraria, Gerardo Rojas.
El funcionario del Ministerio de Agricultura y Ganadería manifestó que actualmente Paraguay no tiene disponibles semillas de la variedad medianera de cebolla y que recién para agosto se podría conseguir para el cultivo de la variedad tardía.
«No existen semillas porque nuestro principal proveedor de semillas medianeras es Brasil, de la variedad Baía Periforme, y los centros de producción de Brasil firmaron todos contrato con los proveedores de Santa Catarina, Rio Grande do Sul y gran parte de San Pablo, y ya no hay semillas para el Paraguay y otros países que ellos generalmente abastecían», detalló.
La variedad tempranera se pudo cultivar porque el abastecimiento se hizo desde Argentina entre enero y febrero, cuando todavía no estaban vigentes las medidas de cierre de fronteras para evitar la propagación de coronavirus.
Esta situación no ocurre solo con la cebolla, actualmente las instituciones paraguayas están haciendo «un tremendo esfuerzo» en gestiones para conseguir papa de la Argentina, «para poder plantar en junio 350 hectáreas, que es muy poco para el consumo interno», explicó Rojas.
«Hoy en día 100% estamos dependiendo, en cebolla y tomates, de semillas de Argentina y Brasil, papas de la Argentina, pimiento de Estados Unidos, Perú o de Chile», indicó el funcionario quien señaló que esta situación impone a Paraguay, a través de sus instituciones de investigación, la necesidad invertir en tener la capacidad de producir su propia semilla.
«Va a llevar tiempo pero es el momento de redoblar esfuerzos, mejorar conocimiento y tomar decisiones a nivel del gobierno nacional para que eso pueda ocurrir», consideró Rojas. Afirmó que en ese proceso será necesario actualizar el trabajo del Ministerio de Agricultura, modernizando el sistema de autarquías de sus instituciones subsidiarias.
«El IPTA tiene que estudiar la posibilidad de producir nuestras propias semillas, el Senave la posibilidad de mejorar y acompañar el proceso», detalló.
Destacó que actualmente existe una gran demanda de semillas, a partir del proyecto lanzado por la cartera agrícola para apoyar la creación de 50.000 huertas familiares en todo el país.
El funcionario indicó también que en la actual situación planteada por la pandemia del Covid ya se está trabajando en generar esta capacidad y que parte del mismo es el proyecto de producción con inserción al mercado, que busca establecer las bases para que los productores entiendan que con la tecnología se puede mejorar y que la agricultura puede ser rentable.
«Ahora mismo estamos trabajando con el Viceministerio de Agricultura un proyecto de fortalecimiento de la agricultura familiar, para que puedan entrar allí otros rubros de interés nacional», dijo Rojas asegurando que la pandemia se ha convertido en una oportunidad para el autoabastecimieto y la incursión en los rubros comerciales.
Así también se tiene planificado distribuir para el mes de agosto semillas de maíz y poroto para unas 100.000 fincas.// IP
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