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Inmediatamente después del juicio político que destituyó al expresidente Fernando Lugo, su “yerno” Luis Alfredo Paciello inició una veloz carrera de millonarias transacciones mientras ganaba salario mínimo. Abrió cuatro empresas en sociedad con la familia de su esposa, hija no reconocida filialmente por el exobispo y expresidente del Paraguay, inyectando capitales por alrededor de G. 7.500 millones, aunque las mismas nunca tuvieron movimiento. Compró más de una decena de inmuebles, varios en condominio con su esposa, por miles de millones.
De entre todas las declaraciones juradas que salieron a la luz, las del concejal lambareño Luis Alfredo Paciello Lacasa, yerno de Fernando Lugo, son demoledoramente inconsistentes. En el 2016, él mismo declaró 12 inmuebles de los cuales al menos 9 compró en el 2012, el mismo año que Fernando Lugo fue destituido por juicio político y cuando ganaba sueldo mínimo. La fortuna de Paciello incluye cuatro vehículos de los cuales tres son de alta gama (Mercedes, Mini Cooper y Toyota) y según él, están valuados apenas en más de G. 523 millones
Paciello reporta también una supuesta deuda de G. 2.500.000.000, a un plazo de 60 meses, sin dar ningún detalle más. Esta deuda equilibra convenientemente activos y pasivos para dejar un patrimonio neto de apenas G. 208 millones, suma inferior –por ejemplo– a uno solo de los cuatro departamentos que compró en el 2012 cuando el dólar cotizaba cerca de G. 5.000 y él pagó 100.000 dólares, en efectivo, por cada departamento en el edificio Lafayette. La bonanza de Paciello es asombrosa. Llegó a tener una fortuna, en efectivo y en sus manos, el mismo año que Fernando Lugo fue destituido por juicio político. Era tan millonario que pese a ganar un sueldo mínimo lograba hacer monumentales operaciones pagando al contado.
Un poco de historia En el 2009 cobró estado público que el joven Luis Alfredo Paciello se casó con la hija no reconocida filialmente por el exobispo, expresidente y líder del Frente Guasu, Fernando Lugo. Ajenos a las habladurías, el dúo se mostró a partir de ese entonces haciendo no solamente campañas para ser concejal de Lambaré, sino además para intentar ser diputado. El proselitismo lo hacían juntos, y más ajenos a los chismes, certificaron la descendencia familiar con el mismo nombre del exobispo. Recién casado, en noviembre del 2009, Paciello logró ingresar –sin concurso- a la binacional Yacyretá donde le premiaban mensualmente con G. 5.500.000. Para inicios del 2012, año del juicio político, ya ganaba unos G. 10.426.738, casi el doble de cuando lo metieron por la ventana.
Lo llamativo de la historia de Paciello es que en el 2012 fue destituido Lugo, él fue sacado de Yacyretá y su remuneración mensual se desplomó al salario mínimo. Sin embargo, fue ese mismo año y con salario mínimo que inició una meteórica carrera de bonanza económica con la creación de empresas, adquisición de departamentos, cocheras, terrenos, dúplexs, edificación de casa y compra de vehículos.
Una “Mina” de “Gastos Comunes” Cuando arrancó 2012, Paciello ganaba en Yacyretá unos G. 10.426.738 mensuales; el 22 de junio de ese año Fernando Lugo fue destituido, y para finales de agosto, el salario de Paciello también cayó al mínimo legal de ese año, unos G. 1.658.232 por mes, según reportes del IPS. Esto no fue ningún problema para el yerno de Fernando Lugo. Unos tres meses después de que fuera destituido, Paciello creó una empresa de nombre GASTOS COMUNES SA, con capital de G. 1.000.000.000 junto con Laura Bernardita Rojas, tía de su esposa, hermana de su suegra. Paciello retuvo el 99% de las acciones y dio 1% para la tía de su esposa Fátima.
Hasta donde nuestro diario logró revisar, la empresa no registró movimientos. En el mes de octubre de ese mismo 2012, creó una segunda empresa de nombre MI MINA SA con capital integrado de otros G. 2.000.000.000 y puso como accionistas nuevamente a la hermana de su suegra, Laura Rojas, esta vez junto con la abuelita de Paciello.
Ambas accionistas registraron partes iguales, cada una con G. 1.000.000.000. Con esta empresa en la mano y al mes siguiente, noviembre del 2012, se presentó para hacer una monumental transacción. Adquirió dos departamentos y tres cocheras en el edificio Lafayette del microcentro de Asunción. Paciello se dio el lujo de dejar constancia que acudía a comprar los departamentos para la empresa MI MINA SA, y dejó expresamente asentado que pagaba EN EFECTIVO por valor de 100.000 dólares cada uno, alrededor de G. 470.000.000 cada uno al cambio de la época. Esta transacción del 2012 borró en el 2019, siete años después, cuando acudió ante una escribanía a agregar una adenda donde dijo que quedaba sin efecto que la empresa MI MINA SA fuera dueña de los departamentos. Que el dueño pasaba a ser él. Igual que la empresa GASTOS COMUNES SA, la empresa MI MINA SA tampoco registra movimientos.
Según su declaración jurada de 2016, Paciello llegó a comprar otros dos departamentos en el mismo edificio y una cochera más. Esto es: cuatro departamentos y cuatro cocheras. Transacciones sin parar Cinco días después de comprar los departamentos, Paciello siguió con la fiebre de las compras. Esta vuelta fue un terreno en la zona de Lambaré, adquirido al abogado Julio Godoy Ayala y pagado al contado, contante y sonante.
Habían pasado apenas unos meses del juicio político y Paciello ya no trabajaba en Yacyretá. Paciello siguió ganando sueldo mínimo, supuestamente, como secretario del consorcio de vecinos del edificio donde había comprado sus departamentos. Apenas dos meses después de su última compra (terreno en Lambaré donde luego habría de edificar), el 30 de enero del 2013 volvió a la carga. Abrió la empresa PANGEA SA, con un capital nuevamente de G. 4.000.000.000, en la misma dirección donde abrió la primera empresa. Funcionarios del Senado Paciello volvió a ponerse él como presidente, como directora titular nuevamente instaló a la tía de su esposa, hermana de su suegra Laura Bernardina o Bernardita Rojas Garcete. Fueron 100 acciones de G. 40 millones cada una.
Como síndico aparece el abogado Gustavo Adolfo Villar Espínola, funcionario del Senado. Amigo cercano de Luis Paciello y de su esposa Fátima Rojas con quienes realiza frecuentes intercambios en las redes, Villar Espínola aparece como funcionario del Senado desde el 2000, comisionado a la Municipalidad de José Domingo Ocampos y residencia en Lambaré. Villar fue candidato a intendente en el 2015 por Añetete y aparece como presidente de la empresa Locutorios SA que fue denunciada por supuestamente clavar a Copaco con unos G. 800.000.000, poco antes del 2004.
Como síndico suplente de la empresa fue puesto Hugo Secundino Caballero, sindicalista también del Senado. También la hija Siete meses después de que Paciello constituya otra millonaria empresa con su tía Laura Rojas, y casi al año de caer Fernando Lugo, la hija de este último, Fátima compró un enorme terreno a orillas del río Paraguay, en una zona privilegiada de Itá Enramada (donde vive hoy día la pareja).
El 28 de agosto del 2013, Fátima Rojas se compró unos 1.000 metros cuadrados a un precio de USS 100.000 (G. 460.000.000 aproximadamente a la cotización de la época). La mansión que hoy día se levanta en el lugar es motivo de envidia para los vecinos, con piscina que mira al horizonte del río Paraguay. En 2014, Luis Alfredo Paciello seguía creando empresas.
Su salario declarado ante IPS era de apenas G. 1.824.055, pero abrió su cuarta empresa el 15 de noviembre de ese año: IJT Sociedad Anónima. El capital nuevamente trepó a G. 500.000.000 y esta vuelta su socio fue un oriental de nombre Jong Min Kim, con supuesto domicilio en Encarnación y dueño de una casa de autoaccesorios Universal. En el 2018 iniciaron las compras de propiedades en la localidad veraniega de San Bernardino. Fátima compró dos terrenos de la fracción Cristóbal Colón, supuestamente por apenas G. 40 millones ambas propiedades que hoy día están amuralladas en todo su perímetro. FUENTE ABC COLOR
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