El vertedero municipal de Natalio, ubicado a escasos 3 kilómetros del centro de la ciudad, se encuentra sumido en una crisis ambiental. Hace 22 días, inició un conflicto que se agudizó por la sequía y un incendio descontrolado que afecta gravemente a la comunidad.
La problemática se agravó cuando los vecinos, ante la falta de soluciones, decidieron cerrar el acceso al vertedero, impidiendo la entrada de personas, incluyendo a las autoridades municipales. La magnitud del incendio ha generado un persistente humo que afecta la calidad del aire, volviendo insostenible la vida cotidiana para los residentes locales.
La falta de recolección de basura durante toda la semana ha llevado a un acumulamiento de desechos en las calles, generando un malestar generalizado. La situación se torna aún más crítica considerando la proximidad del inicio de clases y la presencia de enfermedades como el dengue en la región.
Aunque la municipalidad busca adquirir nuevos terrenos para establecer un vertedero municipal adecuado, la burocracia y la falta de autorizaciones han ralentizado el proceso.
La comunidad, cansada de la situación, exige respuestas concretas y acciones inmediatas. Mientras tanto, la ciudad enfrenta una problemática que va más allá de la gestión actual, revelando una falta histórica de planificación y atención a la gestión de residuos.
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