Nativos del chaco paraguayo anuncian acción judicial contra multinacionales que comercializan el invento local. Ayoreos de Bolivia también están molestos.
El pamoi o silla ayoreo es una faja hecha de hilos de caraguatá utilizada por los ancianos del pueblo ayoreo-totobiegosode. Es conocida como la silla sin silla y tiene efectos terapéuticos sobre los huesos.
Increíblemente, fue presentada en una feria de innovación, ya en versión mejorada y con el mismo fin: controlar los dolores articulares. Hasta por Internet están vendiendo, el más barato sale cerca de 5.000.000 de guaraníes.
El docente ayoreo Tagüide Picanerai calificó de irreparable el “robo” al patrimonio de la propiedad intelectual colectiva del pueblo ayoreo-totobiegosode del chaco paraguayo.
Recordó que años atrás un arquitecto chileno visitó tierras ayoreas y tomó mucho interés por el pamoi. Se trata de Alejandro Aravena, quien presentó en ferias internaciones, especialmente en Europa.
En publicaciones, como en El País de España, se le atribuye la creación de la silla sin silla. “Descarga la espalda y la musculatura de los muslos para ofrecer la versión industrial de una idea esencial, económica y nómada de los ayoreos”, dice el artículo. Lo lamentable es que ahora se fabrica de manera industrial y sin permiso de los verdaderos dueños, los ayoreos.
Acción judicial
Picanerai anunció que conjuntamente con EAMI (ONG) iniciarán acciones legales para llegar a los responsables del robo de faja, que tiene efectos terapéuticos, especialmente para los dolores de espalda. La faja “milagrosa” es colocada entre la cintura y la rodilla, puede ser movida de acuerdo a la necesidad que se tenga para calmar el dolor articular.
Los ayoreos que viven en Bolivia también expresaron su descontento, cuando se enteraron de la producción en serie, según había reflejado la publicación paraguaya EA a través de su página en internet.
Primero se vendió como faja y después se innovó. En las redes incluso se publicó que es invento de la marca Audi, para sus operarios y afirma que se convierte en un exoesqueleto que «facilita la ergonomía de las actividades de montaje de sus trabajadores».
Es un dispositivo fabricado en fibra de carbono y que «hace que sus trabajadores puedan trabajar como si estuvieran sentados, pero sin utilizar una silla, lo que mejora la postura y también reduce la tensión sobre las piernas» FUENTE DIARIO EXTRA
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