Con la apertura de compuertas de la represa de Itaipú que se realizó esta semana, el cauce hídrico del Paraná subió lo suficiente como para permitir la navegabilidad de barcazas que transportan soja hacia los puertos de Argentina para su exportación.
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Toneladas de la oleaginosa pudieron salir del país gracias a esta medida que a su vez garantiza la recepción de divisas en este tiempo de crisis, ya que el país recibirá millones de Dólares una vez que los granos lleguen a destino.
Ante la escasez de agua en el Río Paraná, los productores del departamento de Itapúa y otros puntos del país, debían de llevar sus cargamentos hasta los puertos de Central sobre el Río Paraguay, generando un costo adicional antes de la exportación. Sin embargo; varios de los productores habían adelantado la salida de sus cosechas ante el pronóstico de la bajante del río.
Se estima que aún restarían más de 3.000.000 de toneladas de la oleaginosa almacenada que deben ser exportadas a puertas nada más de la cosecha de maíz.
Se aguarda que las grandes lluvias puedan llegar en el Brasil donde se encuentran los mayores afluentes del Río Paraná y que las aguas suban para garantizar la exportación de la producción nacional.
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