Más de 10 horas y casi 715 kilómetros separaban al suboficial inspector Gustavo Colmán Montiel de su novia, Nuki Torres.
Cada quince días realizaba las idas y venidas desde Mbuyapey, Paraguarí, hasta la zona de La Rosaleda, en el departamento de Boquerón, Chaco Paraguayo.
La distancia no fue lo único que separó a Gustavo de su concubina. La relación se fue deteriorando cuando él se enteró de que ella supuestamente le era infiel y el fin de semana, el policía realizó el último de sus viajes.
Decidido a poner fin a la situación regresó a casa, tomó su rifle y fue en busca de su rival, José Ladislao Ayala Ocampos. Eran las 21:00 del sábado.
El hombre de 32 años estaba parado muy cerca de su auto estacionado frente a la casa de su hermano en el barrio Cerrito de Mbuyapey, cuando llegó Gustavo.
A bordo de su camioneta Toyota Cami, el uniformado se estrelló contra el rodado del “sombrero”, descendió con el rifle y disparó contra el otro.
“Calculamos que el suboficial pensó que le sacó la vida, entonces decidió quitarse la vida”, relató el oficial Martín Marecos, de la Comisaría 8va. local.
A kilómetro y medio
Entonces, el agente abordó nuevamente su vehículo y condujo hacia un descampado situado a aproximadamente un kilómetro y medio del lugar del hecho.
“Frenó su vehículo y, como es automático, mantuvo presionado el freno, se disparó en la frente y, como con esto soltó el freno, el vehículo se echó a andar y cayó a la cuneta”, relató Marecos.
No obstante, el efectivo respiraba todavía y fue trasladado al hospital distrital donde también había sido auxiliado su rival.
José Ladislao tenía cuatro orificios de bala, ninguno de ellos puso en riesgo su vida.
“Fueron varios disparos los que realizó. Uno de ellos impactó en el antebrazo izquierdo con orificio de entrada y salida, que luego entró por la base del pene y salió en uno de los testículos. El disparo se produjo de frente, como para matarle, pero no le mató”, detalló el jefe de la dependencia policial.
En dicho hospital se constató el deceso del policía, mientras la víctima fue auxiliada hasta el Hospital Nacional de Itauguá, donde permanece internado.
El cuerpo de Colmán Montiel fue entregado a su mediohermano, Milciades Cano Montiel, para su sepelio.
Analizan si perderá su miembro
El oficial Marecos comentó a EXTRA que José Ladislao continúa con buen estado de salud, pero que aún no se sabe qué pasará de sus partes íntimas.
“No hay todavía pronóstico de si va a ser amputado o si tendrá secuelas. Por el momento según lo que nos refirió el médico, se realizará la verificación para ver en qué situación se queda”, manifestó.
Añadió que ninguno de los proyectiles que atravesó el cuerpo del herido quedó alojado en él.// Fuente; EXTRA
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