Bebés nacidos de mujeres infectadas con Zika tienen alto riesgo de nacer con malformaciones congénitas y alteraciones neurológicas, entre las que se destaca la microcefalia, una condición que presenta el neonato, donde la circunferencia craneana o perímetro cefálico es menor que lo esperado para la edad al nacer y el sexo.
¿Cómo es el diagnóstico de virus Zika y microcefalia?
El diagnóstico de laboratorio específico del virus Zika se basa principalmente en la detección del virus a partir de muestras clínicas.
El período de viremia es de corta duración. Por lo tanto, sería posible la detección directa del virus en un período de 4 a 7 días después de la aparición de los síntomas. Sin embargo, se recomienda que se realice el análisis de sangre, idealmente, en el quinto día del inicio de los síntomas
En cuanto a la microcefalia, después del nacimiento del recién nacido, el primer examen físico es de rutina y debe hacerse dentro de las 24 horas siguientes al nacimiento. Este período es uno de los momentos clave para hacer una búsqueda activa de posibles anomalías congénitas. Por eso es importante que los profesionales de la salud notifiquen los casos de microcefalia en el registro de la enfermedad.
La Microcefalia puede ser prevenida, si el virus Zika fuera el potencial motivo de la enfermedad. La eliminación de criaderos puede evitar la dispersión del virus, mediante la disminución de la población de mosquitos.
Sin mosquitos no hay enfermedades vectoriales como el Dengue, Zika y Chikungunya.
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