Para Sandra Vallejos (30) las cosas nunca fueron fáciles, pero a pesar de su humildad, sus ganas de sobresalir siempre estuvieron presentes. Hace unos días, logró su más preciado objetivo: recibirse como Licenciada en Contabilidad.
Hace cuatro años quedó postergada la defensa de su tesina porque tuvo a su primera hija y los gastos se hicieron mucho más.
“Este año dije que iba a terminar lo que mucho esfuerzo ya me costó. Y trabajé todos los días, de mañana, siesta y tarde, feriados y domingos para juntar la plata y defender mi tesina”, contó.
Sandrita, como la conocen sus clientes, es una vendedora de chipas que desde Caacupé llega hasta la capital para ofrecer sus productos, incluso después de tener a su segundo bebé, hace cinco meses. “A la mañana vendo tereré a cuadras de la Basílica. A las 12:00 salgo para Asunción. Vendo también cocido y ahora que hace calor, jugo”, explicó.
A la joven le llevó casi un año juntar más de G. 10.000.000, lo que le costaría defender su anhelado título.
“Hace seis meses falleció mi papá. Fue un golpe muy duro para mí, pero él siempre me decía que tenía que terminar como sea. Él quería verme graduada. Ahora estará orgulloso de mí desde el cielo”, expresó.
Instó a los jóvenes a seguir sus metas y a cumplirlas. “No es fácil, pero cuando llega es muy gratificante”, dijo.
Otra meta
Sandra Vallejos no ve la hora de trabajar en un estudio contable para tener horarios estables y compartir más con su madre y su dos hijos, uno de 3 años y otro de 5 meses. “Toda la vida trabajé en la calle. Hay que empezar de abajo para ir escalando. Ahora quiero trabajar en una oficina, más adelante capaz llegue a tener mi propio estudio contable y que mi mamá ya no salga a trabajar”, dijo.// EXTRA
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