La guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia se libró desde el 9 de septiembre de 1932 hasta el 12 de junio de 1935, por el control del Chaco Boreal. Fue la guerra más importante en Sudamérica durante el siglo XX.
Este día se recuerda los 86 años de la firma del tratado de la Paz del Chaco entre ambos países.
En Encarnación, el Chacoré Ciriaco Arias, oriundo de Yataity del Guairá, es el último con vida.
Al culminar la Guerra, el hombre eligió residir en la ciudad de Coronel Bogado; allí ha sido funcionario del Banco de Fomento hasta su jubilación. Don Ciriaco actualmente tiene 105 años. Su cumpleaños es el 08 de agosto.
Ciriaco Arias jugó al fútbol integrando la plantilla del Gral. Caballero de Coronel Bogado, siendo wing izquierdo y carta de gol. Es un fanático centrista.
Este ex combatiente vive actualmente en el Barrio San Pedro Curupayty de Encarnación.
Entre las anécdotas de guerra de Don Ciriaco, él mismo contó que llegó a alucinar con arroyos de agua que no podía beber de tanta sed que sufrió en aquellos tiempos y con 40 grados de calor “de la bala te podías escapar pero no de la sed” resaltó en una entrevista con IN.
Este año fallecieron varios excombatientes en Itapúa.
En el mes de marzo de este año, Encarnación lamentaba la fortuita muerte del excombatiente Tte. 1ero. Diego Martínez a sus 104 años de vida, quién en vida residía en el Barrio San Isidro de Encarnación.
Él fue un joven combatiente en la Guerra del Chaco, con solo 14 años escapó de sus padres para ser parte del conflicto bélico e incluso durante la contienda fue herido con la bala de un mortero y su pierna derecha tuvo que ser amputada.
Martínez fue una reliquia viviente para Encarnación con increíble lucidez y memoria respecto a los terribles momentos de guerra son invaluables.
En febrero de este año también fallecieron los últimos excombatientes con vida en los distritos de San Pedro del Paraná y Carmen del Paraná.
Se trata de Ignacio Trinidad Medina que falleció a sus 107 años, originario del distrito de San Pedro del Paraná. Este benemérito fue soldado del RC5 Acá Carayá y Cástulo Benítez Cabrera, de 106 años, oriundo de la localidad de Carmen del Paraná.
A su muerte, estos beneméritos, reliquia nacional, se llevaron consigo un gran fragmento de la historia paraguaya.
