La compatriota soportó los insultos más degradantes y hasta fue agredida físicamente en su lugar de trabajo.
Las ilusiones de un mejor pasar fueron diluyéndose de a poco para Rocío M. Ella había migrado a Buenos Aires para trabajar, pero una vez allí conoció el verdadero infierno. “Paraguaya de mie… venís a sacarte el hambre en Argentina”, “te vestís como una p… paraguaya, ese maniquí está vestido como una p… paraguaya”, eran algunos de los “halagos” que recibía por parte de su jefa.
Para completar el panorama, la supervisora, de nombre Adriana Gioia Bancora, le hizo una “promesa”: “Te voy a volver loca hasta que renuncies”.
Cansada de las persecuciones y agresiones hasta físicas, la compatriota decidió denunciar el hecho, pero no consiguió respuesta.Así fue que, finalmente, Adriana logró su cometido: Rocío presentó su renuncia. Sin embargo, la chica denunció el caso ante las autoridades.
En julio pasado, luego de varios años de espera, finalmente se llevó a cabo el juicio y Rocío salió victoriosa.No obstante, la empresa apeló, pero de nada sirvió. Hace días, la sentencia judicial confirmó el fallo a favor de la compatriota.Varios testigos corroboraron los abusos por parte de Adriana quien, según se pudo confirmar en los tribunales del vecino país, comenzó una campaña persecutoria contra la paraguaya, motivo por el cual actualmente debe pagar.
El inédito fallo admitió que la paraguaya reciba la reparación del daño moral por el hostigamiento, acoso laboral y agresiones de las que fue víctima. El caso fue publicado en el sitio especializado dioriojudicial.com. FUENTE DIARIO EXTRA
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