Mantener una buena hidratación en invierno también es importante. Beber agua contribuye al buen funcionamiento del organismo, sin embargo, la ingesta insuficiente puede provocar una serie de afecciones: aumento de la presión arterial, deshidratación, dolor de cabeza, falta de concentración y disminución del rendimiento físico.
“Lo recomendable es beber entre 2 y 2,5 litros de agua – 8 vasos diarios aproximadamente “, puntualiza la responsable de la Unidad de Factores de Riesgo, la Lic. Catherine Turnes. Según señala la nutricionista, los requerimientos de agua pueden variar según la edad y sexo de la persona, así como el tipo de actividad que realiza y las condiciones medioambientales en las que se maneja.
El agua es irremplazable
Si bien el agua puede estar presente en bebidas y alimentos líquidos: en el mate, tereré, jugos, té, café o leche, no reemplazan el requerimiento diario del líquido vital.
Para mantenerse hidratado no hay nada mejor que beber el agua natural. Este hábito debe efectuarse a lo largo del día, sin esperar a tener sed, puesto que esta condición aparece cuando el cuerpo se encuentra deshidratado.
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