La muerte de una mujer de 45 años en la mañana de este lunes, que se ganaba la vida trabajando de ganchera en el vertedero municipal de Encarnación, dejó ver las peripecias e inconvenientes que viven en este sector postergado de la sociedad.
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El vertedero de residuos de Encarnación se encuentra ubicado en el Barrio San Antonio Ypekuru de la capital de Itapúa, a unos 10 Km del casco urbano, familias viven de lo que pueden rescatar de la basura para vender por kilo a las recicladoras. Si bien se ha erradicado el trabajo infantil en el predio, hoy jóvenes y personas adultas siguen ganándose la vida con esta forma de trabajo.
Rosa Arrua trabajadora en el lugar señaló que ingresar a ganchear se convierte muchas veces en todo un desafío ya que dependen de un sistema de turnos un tanto burocrático y que muchas veces los perjudica, este orden es administrado por un grupo de líderes del vertedero que fungen como capataces del lugar. Ella que siempre iba a ayudar a su ahora fallecida suegra, informó que ya se habían enfrentado a los líderes de grupos días atrás, y son estos quienes hoy le negaron el acceso al vertedero a la mujer que falleció a pesar que era su día de trabajo.
El caso revela la precariedad en la que trabajan cerca de 200 personas en el reciclaje de basura, sin contar con ningún tipo de protección solo con el derecho ganado de ganchear.
En un trabajo interinstitucional estarían buscando salida para mejorar las condiciones de trabajo o buscar otros proyectos para estas personas.
En este momento, lo que más reclaman los gancheros es contar con asistencia médica en el vertedero ya que el móvil de salud que iba no aparece hace tiempo.
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