Un fuerte olor nauseabundo mantiene en vilo a residentes de varios barrios de Encarnación y del distrito vecino de San Juan del Paraná, quienes denuncian una situación insostenible que afecta su salud y su calidad de vida. Según versiones de vecinos y fuentes extraoficiales, el hedor provendría de una carga de soja podrida que habría quedado almacenada en una barcaza, actualmente en proceso de vaciamiento.
La sustancia, en avanzado estado de descomposición, estaría siendo retirada de forma progresiva mediante camiones tipo tumba, que además —según múltiples denuncias— estarían derramando líquidos fétidos por la Ruta PY01, agravando aún más la situación ambiental.
Vecinos de la zona expresaron su preocupación por los efectos que el mal olor está generando en la población, especialmente en niños y personas mayores. Hasta el momento, las autoridades locales no han emitido un comunicado oficial, aunque se espera que en las próximas horas se pronuncien sobre las acciones que se tomarán para mitigar el impacto ambiental y atender las denuncias ciudadanas.
La ciudadanía exige una intervención urgente por parte de las instituciones competentes, tanto en el manejo adecuado del material descompuesto como en la supervisión del transporte, a fin de evitar mayores perjuicios a la salud pública y al medio ambiente
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