Un taxista se acercó en la tarde del lunes al acceso de un colegio de San Lorenzo. Mostró la foto de un niño en portería, con la intención de llevarlo. El menor se rehusó y el extraño huyó.
El desconocido llegó a esta institución con una fotografía. Se presentó a la portería y pidieron que se lo llame. Lo llamativo es que manejaba por completo los datos del niño.
Este sujeto, que aún no fue identificado, esperó alrededor de 30 minutos. Cuando vio al menor, junto a sus compañeros, señaló al guardia que era él a quien buscaba.
Cuando se acercó al joven, le manifestó que tenía el deber de trasladarlo a un lugar, a lo que el pequeño, por ser un desconocido, se negó.
Al percatarse de esta situación, el guarda llamó a la directora. Ella se discutió con el taxista quien no tuvo más opción que marcharse raudamente. «Yo solo hago mi trabajo», alegó.
La abuela formuló la denuncia ante el caso y se manejó con los datos que pudieron obtener desde el colegio sobre el rodado en que se movía, número de taxi y chapa. Refirió que la familia de este niño siempre lo trae y lo lleva hasta su casa de estudios en automóvil y nunca tuvo la necesidad de un taxi.
Esta se encontraba en Caacupé con su hija y al enterarse de la situación, dejó todo para llegar hasta San Lorenzo. Ella, así como los padres de la institución, están en pánico.
«Yo creo que querían drogarlo o sacarle un órgano», expresó.
La noticia generó en la comunidad educativa alerta y preocupación, informó el periodista de latele, Diego Martínez.//PARAGUAY.COM
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