Don Anibal López era empleado de una empresa de seguridad, quedó desempleado durante la pandemia y optó por vender masas dulces sobre la Avda. Caballero casi acceso a Juan León Mallorquin.
Si al finalizar el día obtiene Gs. 20.000 para llevar a su casa, este compatriota queda conforme, ya que que el día a día es difícil para todos.
Se trata de un hombre que vive con su familia en alquiler, por lo que deben ahorrar hasta el último centavo para cubrir ese y otros gastos básicos.
Su historia es destacada por integrantes de la Red Encarnación Solidaria, que siguen haciendo llegar pequeños aportes en víveres o para la merienda en forma aleatoria a trabajadores de la ciudad en base a donaciones recibidas de parte de empresas locales.
En la ciudad de Encarnación existen muchos como Anibal, haciendo frente al desafío de sobrevivir con esfuerzo y mucho sacrificio.
