SAN ANTONIO. Trabajar de lo que sea cuando hay un hijo de por medio es el motor de lucha para muchos padres, más aún para una mujer que cría sola a su hija, así como Ana Brizuela, una joven de 25 años, quien hizo de todo por su pequeña Cecilia.
“A los 17 años quedé embarazada, trabajaba como empleada doméstica, pero a veces estaba y otras no, porque a los 5 años a mi hija le diagnosticaron un tumor en el lado derecho que luego se convirtió en un cáncer terminal”, contaba Ana.
Con el paso del tiempo, un conocido suyo le ofreció trabajar como limpiadora en las obras, trabajo que aceptó y donde tuvo otras compañeras, hasta que un día la labor de los obreros le empezó a llamar la atención y le pidió a su jefe una oportunidad.
“Me gustaba el trabajo de ellos, hasta que le dije a mi jefe si me podía dejar hacer también y empecé. Primero cargar las cosas y eso como todos, después ya hacía los pisos y ahora ya me convertí en oficial de obra”, contó la mitakuña.
Resaltó que todo esto fue para poder mantener a su pequeña Cecilia, ya que muchas veces debía de llevarle al hospital para sus controles, situación que recuerda con voz de agradecimiento hacia su jefe, quien le daba permiso para llevarle a su nena.
“A mí me encanta mi trabajo, si empecé con esto fue para poder mantener a mi nena y por ella voy a seguir porque por ella llegué hasta acá”, dijo Ana con voz de orgullo.
Ella es la única mujer entre muchos varones, contó que todos sus compañeros son muy respetuosos y que ella también se hace respetar.
HACE TIEMPO
Su nena luchó contra el cáncer durante 3 años, falleció a los 8 años y hoy es la luz de fuerza y esperanza para Ana, quien día y noche se sacrifica para seguir adelante. // DIARIO CRÓNICA
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