La fiscala Irene Álvarez, quien participó de la autopsia a las víctimas del cuádruple homicidio en la estancia Taguató de Mariscal Estigarribia, confirmó que la niña presentaba más de un impacto de bala, por lo que se presume que esta fue ultimada mientras intentaba escapar de la masacre.
Versión que no concuerda con las expresiones del capataz, Vicente Riveros, quien aseguró llamativamente que el niño habría sido el que intentó escapar. Todos habrían sido asesinados el pasado martes, los adultos tenían rastros de haber estado arrodillados al momento del crimen, por lo que se cree que estos suplicaron a los autores.
Durante una serie de allanamientos simultáneos, realizados en Concepción y Central, los investigadores lograron recuperar 86 cabezas de ganado robadas de la estancia. Las mismas se encontraban en el frigorífico Athenea Foods de la ciudad de Belén.
En Fernando de la Mora zona Sur, fueron detenidos el capataz, su esposa y el exmarido de su esposa, quienes aseguraron que nada tenían que ver con el crimen.
En medio de varias contradicciones, Vicente comentó a los medios de prensa que los autores fueron dos hermanos, pero en otro momento aseguró que fueron tres personas las que mataron a abuelos y nietos. Además dijo que nunca se le pasó por la cabeza ir a denunciar el hecho, alegando que fue amenazado de muerte por los autores. Refirió a su vez que desde hacía algo más de un mes los criminales invadieron la casa y frente a sus ojos asesinaron a todos.
Por su parte, su mujer, de nombre Yohana, comentó que tuvieron que callar porque su marido fue amenazado. Según ella, los asesinos los obligaban a hablar con sus patrones por teléfono, mientras ellos sostenían los aparatos dando órdenes sobre qué debían decir.
“Somos víctimas porque me violaron y le presionaron a mi marido apara que se calle. Le quisieron violar a mi hija. Yo le dije que no, que yo me voy a pasar por ella”, dijo entre llantos la mujer, asegurando que ellos nada tenían que ver con el estremecedor episodio.
Comentó que los autores entraron “sin permiso” y que nada pudieron hacer contra ellos. Dijo que varias veces la sometieron sexualmente, incluso frente a su hija menor de edad. Además, alegó que no escuchó cuando todo ocurrió porque “estaban en la chanchería” y que los disparos se confundieron entre “el motor del agua que estaba cargando”. Expresó que su marido le hizo correr hacia el monte para salvarles y a la noche fue a buscarlos.
Por su parte, el fiscal del caso, Andres Arriola, aseguró que no cree lo que dicen los detenidos, pues según él ya cambiaron de versiones varias veces, lo que hace que su testimonio no sea creíble.
Lo que más llama la atención, es que las reses fueron trasladadas con órdenes legales emitidas por la SENACSA. Además, la policía se encuentra tras los pasos de los choferes de tres camiones utilizados para el transporte de los animales.
Los supuestos sicarios fueron identificados como los hermanos Carlos Leonor (34) y José Rosa Vera Medina (32), quienes supuestamente se encargaron de asesinar a la familia. Ellos tendrían frondosos antecedentes y serían conocidos abigeos de la zona.//EXTRA
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