CONACYT SANCIONA A DOCENTE BECADA POR PLAGIO Y PIDE QUE UNI SE EXPIDA

Una docente-investigadora de la Universidad Nacional de Itapúa (UNI) becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) cometió fraude académico, según lo dictaminado por una comisión de renombrados científicos paraguayos. El organismo público suspendió a Liliana Talavera Roa el pago de la beca por un doctorado, la inhabilitó a participar de sus convocatorias y pidió a la UNI que se expidiera sobre el caso.

La comisión, integrada por la Dra. Fátima Mereles, el Ing. Horacio Feliciángeli y el Dr. Esteban Ferro, concluyó que varias partes de la tesis Marco normativo sustentable de la reserva para el Parque San Rafael (2013) de Talavera, en la maestría de Gestión Ambiental impartida por la UNI y solventada por el Conacyt, fueron directamente copiadas de otra tesis: Acceso y uso del recurso forestal y escenarios de sostenibilidad en la Reserva de Recursos Manejados San Rafael, Paraguay (2004) de la ingeniera forestal Stella Mary Amarilla Rodríguez.

Talavera publicó también su trabajo en 2014 en formato de artículo en la Revista sobre Estudios e Investigaciones del Saber Académico de la UNI, número 8, páginas 58-62. Sin embargo, el artículo ha sido eliminado del sitio de la revista sin aviso alguno de retractación, como evidencia esta copia de archivo del 2016.

Talavera, quien cursa un doctorado también solventado por el Conacyt, copió varios fragmentos de la tesis de maestría de la Ing. Stella Amarilla presentada en Costa Rica, sin mencionar fuentes y hasta de manera literal, dictaminó el Conacyt. La afectada había denunciado el hecho a través de una carta al consejo en diciembre de 2017, con copia al rector de la UNI y actual presidente del Consejo Nacional de Educación Superior, Hildegardo González.

Tras haber recibido la denuncia y no haber llegado a un acuerdo amigable entre las partes, el Conacyt conformó a fines de marzo de 2018 una comisión de ética para analizar el caso.

Tras un análisis exhaustivo, la comisión llegó a la conclusión de que hubo fraude académico. Así expuso la Dra. Mereles el 22 de mayo de este año en representación de la comisión ante el consejo del Conacyt:

“A partir de los análisis realizados por cada miembro de manera individual y puestos en común para su discusión de manera conjunta, se concluyó que porciones relevantes de la tesis perteneciente a la Ing. Ftal. Stella Mary Amarilla Rodríguez se reproducen en la tesis perteneciente a la Abog. Liliana Talavera Roa sin hacer mención de su origen. La similitud, que en algunos casos alcanza alto grado de identidad en secciones que deben ser productos de observaciones originales como la de los resultados y las conclusiones, constituyen indicios de la comisión de apropiación y reproducción de contenido de trabajo previo y que no se limitan a una omisión de citas bibliográficas”, dice el dictamen.

Los investigadores señalan como principal responsable del plagio a la Abog. Talavera Roa, empero, también especifican que tienen una cuota de responsabilidad la tutora Dra. Estelvina Rodríguez Portillo, así como la universidad, en este caso la UNI, por la ausencia de mecanismos que eviten el plagio. Lo llamativo, según consta en el acta 504 del consejo, es que cuando la UNI se enteró de la denuncia no consultó con otros expertos independientes, sino que convocó a la tutora cuestionada.

La Dra. Rodríguez se desempeña como directora de Investigación de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la UNI, ha sido tutora de varias tesis de grado y posgrado, participa de investigaciones financiadas por el Conacyt y fue categorizada en dos ocasiones como candidata a investigadora en el PRONII, por lo que además de su salario recibía dinero público destinado a la producción científica.


El acta 504 evidencia el plagio de la abogada Liliana Talavera, según un dictamen de un grupo de investigadores. (Conacyt)

“Los miembros de la comisión de ética coincidieron en que es necesario que las instancias competentes asignen una sanción ejemplar, no solo a la Abog. Liliana Talavera Roa sino también a su tutora, en razón de que las características de este caso debilitan y ponen en riesgo la credibilidad de las instituciones académicas. De igual manera, la universidad debería ser observada para arbitrar procedimientos que permitan evitar situaciones como esta en el futuro”, dice el acta del 22 de mayo.

Finalmente, el 23 de julio de 2018 el Conacyt canceló el incentivo que percibía Talavera y la inhabilitó a postularse a cualquier convocatoria o instrumento del ente por cinco años. La misma prohibición ya pesa sobre la tutora Rodríguez.
Resolución del Conacyt que sanciona a la Abog. Talavera. (Conacyt)
La Abog. Talavera, abordada telefónicamente por este diario, se mostró sorprendida por la sanción y manifestó desconocer todo el proceso empredido por el Conacyt. Reconoció haber entablado un diálogo con la Ing. Amarilla tras la denuncia de plagio y haber dado de baja su artículo de 2014 de la revista de la UNI, pero aseguró que no fue comunicada de la resolución. Dijo que analizará qué recursos o acciones tomar cuando se interiorice mejor del caso.

En contacto por correo electrónico, la Dra. Estelvina Rodríguez se negó a brindar su versión a este diario, alegando una supuesta parcialidad de Ciencia del Sur porque cuenta con colaboradores que integran comisiones del Conacyt.

Sorpresa en trabajo práctico
La Ing. Stella Amarilla, quien es docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción, relató a Ciencia del Sur que tomó conocimiento del hecho el año pasado tras pedir a sus alumnos que investiguen sobre la reserva San Rafael, una de sus líneas de investigación.

En uno de los trabajos prácticos entregados, se percató del artículo de 2014 de Talavera, donde detectó “párrafos íntegros copiados y metodología casi igual” a su tesis de maestría de 2004.A la izquierda, la tesis de la Ing. Amarilla; a la derecha, la tesis de la Abog. Talavera. (Draftable)

Al inicio, la Ing. Stella intentó un diálogo con las denunciadas, en febrero de 2018. No obstante, dijo que las reuniones no fueron fructíferas: “Me encontré con un muro, nadie aceptaba ninguna tipología de plagio”.

Viajó hasta Encarnación, donde consultó una copia de la tesis de maestría en la biblioteca de la UNI. Allí constató que hasta algunos agradecimientos eran los mismos, afirmó, echando por tierra la hipótesis de una copia inconsciente o involuntaria.A la izquierda, la tesis de la Ing. Amarilla; a la derecha, la tesis de la Abog. Talavera. (Draftable)

Tras la constatación, se asesoró con colegas y presentó la denuncia ante el Conacyt en diciembre de 2017. Más de 8 meses después, valoró la decisión del organismo público, pero todavía analiza otras acciones civiles o penales a las que tiene derecho.

Manifestó que su principal deseo con la denuncia fue evitar nuevos casos de plagio en la academia paraguaya. “Tenemos que mostrar que hay sanciones y hay castigos. La tarea de todos es advertir que hay formas de evitar el plagio”, señaló.

Por el doctorado y con la misma tutora
Aunque el caso está tomando estado público, la Universidad Nacional de Itapúa aún no se manifiesta públicamente.

El 2 de abril, mediante la resolución 070/2018, el rector de la UNI ordenó dar de baja el artículo de la revista a pedido de Talavera. La docente-investigadora reconoció apenas “omisión de citas” y argumentó un presunto acuerdo con la afectada.

La Ing. Amarilla aseguró a Ciencia del Sur, en cambio, que nunca hubo tal conciliación y lamentó que la UNI haya recurrido a un “invento”. Calificó a la resolución como una bofetada y la actitud de la universidad hacia el caso como “poco ética y apañadora” desde el principio.
Copia de la resolución 070/2018 del rectorado de la Universidad Nacional de Itapúa. (Gentileza Dra. Stella Amarilla)

Contactada por Ciencia del Sur, la Dra. Perla Sosa de Wood, quien elaboró el dictamen de la UNI sobre el artículo cuestionado, se excusó diciendo que estaba en reunión y no volvió a comunicarse. La Dirección de Investigación de la institución alegó desconocer el caso específico denunciado por el Conacyt.

Llamativamente, la resolución 070/2018 firmada por el rector González asume los indicios de plagio pero no contempla ninguna investigación, sanción académica ni sumario administrativo. Sin embargo, el artículo 22 del Código de Ética de la UNI reza: “Las autoridades y servidores públicos deben denunciar ante las autoridades competentes, los hechos que pudieran causar perjuicio al Estado o constituir un hecho punible o violaciones a cualquiera de las disposiciones contenidas en el presente Código y que llegaren a su conocimiento con motivo o en ocasión del ejercicio de sus funciones”.

Lo grave del caso es que Talavera está cursando un doctorado en Gestión Ambiental en la misma universidad y recibía dinero público del Conacyt hasta hace un mes, según datos del ente.

Talavera es abogada por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, sede Encarnación, y tiene una especialización en la Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura.

La denunciada ya eligió tema de tesis doctoral: “La gestión de los recursos naturales bajo el principio de derecho ambiental como derecho humano” y con la misma tutora Estelvina, también sancionada por el Conacyt.

Para el doctorado, según resolución 409/2017, el Conacyt le otorgó Gs. 165.600.000, de los cuales cobró Gs. 50.400.000, según el portal del Conacyt, hasta que el organismo decidió cancelar el incentivo en julio. Curiosamente, la Abog. Talavera manifestó a Ciencia del Sur que el doctorado ya finalizó el año pasado.
Talavera fue abogada independiente, luego investigadora del Ministerio Público y actualmente se desempeña como docente-investigadora de la UNI, con un salario independiente al incentivo que recibía del Conacyt.

Además, en su CV consta que es “Investigadora Social Adjunta” en el proyecto Eliminación de compuestos orgánicos volátiles COVs provenientes de fuentes fijas por medio de biofiltros, financiado por el Conacyt. Por dicho proyecto, donde también figura su tutora, percibió Gs. 38 millones en 2017 en concepto de honorarios profesionales.

Tiene en su haber un libro en coautoría con la Dra. Estelivna: Los efectos de las acciones antrópicas sobre los recursos naturales bajo el sello de la “Editorial Académica Española” de Madrid. Esta empresa ha sido señalada por diversas organizaciones y académicos por publicar trabajos sin ningún tipo de filtro, vendiéndolos a precios exorbitantes y obligando a los propios autores a comprar los ejemplares impresos.

En 2011 la Universidad Simón Bolívar de Venezuela recomendó no enviar trabajos a esta editorial que se presenta como académica por sus nulos estándares. La Ing. Amarilla relató a Ciencia del Sur que adquirió el libro disponible en formato digital a unos € 36 (Gs. 240.000) y se encontró nuevamente con indicios de plagio de su trabajo, por lo que está analizando qué acciones tomar contra la editorial.

Plagio y comercio de tesis, un cáncer en la academia paraguaya
El Dr. Alberto Yanosky, investigador del PRONII, sostiene que el plagio es una práctica no poco común en diferentes niveles académicos de Paraguay y que va mucho más allá de una simple omisión de cita.

“Existe un comercio asociado a la escritura de tesis, con varios profesionales ofreciendo dicho servicio. Un plagio es una falta grave, y deberiamos imponer un castigo ejemplificante, que muestre a quienes están formándose o formando gente, que la reprimenda ética y moral puede ser más dolorosa e impactante que un resultado de una demanda judicial. Un negocio o comercio sobre algo que no es ni ético ni legal no debería ser parte de nuestra sociedad ni de nuestra comunidad científica y profesional en formación y consolidación”, señaló a Ciencia del Sur.

El biólogo y director de la organización Guyra Paraguay dijo: “Quienes somos docentes debemos ser también decentes y denunciar estos actos, y alertar a los estudiantes de la falta a la ética de presentar una tesis cuya autoría no le corresponde, y su condición de inédito podría hasta ser juzgado. Quienes tenemos un rol de tutor, director o asesor, como quienes formamos parte de las mesas examinadoras y de los equipos de revisión, debemos obrar con ética, asegurándonos de que no estamos frente a casos de plagios”.

“Tenemos algunos tumores que están creciendo. Quienes estamos comprometidos con una sociedad más justa debemos trabajar juntos para extirpar estos tumores antes que destruyan todo lo que tanto esfuerzo estamos construyendo”, alertó.

El Dr. Yanosky hace un llamado a todas las unidades académicas del país a iniciar cursos de redacción y ética en la preparación de comunicaciones científicas.

“Muchos de nuestros profesionales no están debidamente entrenados a redactar y entender esta ida y venida de lo que uno cita como palabras del autor versus la información disponible de conocimiento técnico y científico. Los plagios y la falta de omisión se ven constantemente en nuestro medio y ya hemos llegado al extremo de casos de autoplagio, que en cierta manera responden a la presión que tenemos los investigadores de publicar”, finalizó.// FUENTE: Ciencia del Sur

MÁS INFORMACIÓN: https://cienciadelsur.com


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