La tecnología tiene un efecto superlativo en la evolución. La era digital ingresó a todos los sectores como un aspecto fundamental del desarrollo y de la vida misma. Empresas, familias, instituciones, clubes deportivos, entre otros, se aggiornan.
Con esta introducción, nos referiremos a la tecnología en las familias y específicamente cómo impacta en los niños. Es una cuestión muy sensible ya que los chicos al acceder a los dispositivos requieren un acompañamiento de los padres para el acceso a contenidos adecuados.
Cuando se trata de niños más pequeños, el compartir con ellos el uso de las tabletas o del teléfono con el cuidado y monitoreo puede ser de gran utilidad. De esa manera se reducen los riesgos externos y se aprovecha mejor su uso, con calidad, de acuerdo con la edad.
La tecnología implica una puerta al aprendizaje, al desarrollo y a un futuro promisorio cuando se utiliza correctamente.
En el caso de los niños más grandes, cuando están por ingresar a la adolescencia, los padres deben orientarles para prevenir o restringir los peligros por intervenciones inapropiadas en conexiones interpersonales. Asimismo, tienen que buscar un punto medio para también respetar su privacidad a la hora de brindarles los consejos.
Luego se debe tener en cuenta el tiempo frente a un portátil. En este sentido hay que compaginar los momentos para que el niño pueda acceder al mismo, pero también con espacio para realizar actividades al aire libre, en una plaza, compartir con los amigos, en familia y de esa manera distribuir el tiempo para evitar que el chico esté varias horas con el teléfono. Es evidente que corresponde el uso de la tecnología con límites.
Aquí también tienen mucho que ver los padres, ya que cuando están en casa deben ser igualmente los ejemplos de no estar sujetos por largos períodos al celular. Deben mostrar que solo en casos necesarios los utilizan.
El realizar una escucha activa cuando el niño le habla a los padres es sumamente importante para que no encuentre al celular como un escape. Incentivar una conversación amena es uno de los puntos a tener en cuenta.
Si un niño se mantiene en soledad y cuenta con la posibilidad de acceder a un dispositivo claramente lo utilizará, y se agravará si tiene alguna dificultad emocional.
Sobre este punto, Unicef muy bien lo describe en un estudio que, mientras aquellos que disfrutan de sólidas relaciones sociales y familiares suelen usar internet para reforzarlas y que les genera mayor bienestar, los niños que sufren por soledad, estrés, depresión o problemas en el hogar pueden encontrar, por ejemplo, que internet agrava algunas de estas dificultades. Con esta reflexión nuevamente se infiere la importancia del apoyo de los padres o responsables a cargo de los niños en su educación digital.
Pese a que durante la pandemia los chicos utilizaron los móviles u ordenadores para dar clases, hay que agregar que fortalecer la capacitación en las escuelas en el manejo de la tecnología debe ser una prioridad para este y el próximo gobierno, porque con una buena orientación se puede sacar máximo provecho de lo positivo.
Los buenos hábitos digitales posibilitarán entre otros un eficiente contacto con las herramientas educativas, la información global y en un futuro para el hoy niño la posibilidad de acceder con suficiencia al mercado laboral.
Y los extremos siempre son negativos. El no acceder a la tecnología digital y su utilización exagerada son malos. Por eso el uso debe ser con ciertos límites, con un buen cuidado de los padres o responsables, especialmente en estas vacaciones.// Fuente UH
Este medio no se hace responsable ni partícipe de las opiniones vertidas por los usuarios de esta sección. Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Itapúa en Noticias se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios injuriantes, discriminadores o contrarios a las leyes de la República del Paraguay