La Biblioteca Pública de Encarnación atraviesa una situación alarmante de abandono y desidia por parte de las autoridades municipales. A pesar de ser un espacio cultural de vital importancia para la comunidad, el lugar ha quedado sumido en el olvido debido a la falta de inversión y atención por parte de la Municipalidad de Encarnación.
El último intento de reparación del edificio data de 2017, cuando la Municipalidad ejecutó obras de refacción que, lejos de solucionar los problemas estructurales, resultaron en un trabajo deficiente que no ha logrado impedir que la biblioteca se inunde por completo cada vez que llueve. Desde entonces, las autoridades no han respondido a las múltiples solicitudes de reparación y mejoras, dejando la infraestructura en una situación cada vez más crítica.
En medio de esta desidia, la directora de la biblioteca, Graciela Giubi, expresó su profunda frustración y tristeza por la falta de respuestas por parte de la municipalidad. “Hemos presentado innumerables veces pedidos formales para las obras necesarias, pero jamás recibimos respuesta. Es doloroso ver cómo la biblioteca, un lugar fundamental para el acceso a la cultura y el conocimiento, se está deteriorando de forma”, comentó Giubi.
A lo largo de los últimos años, la situación ha empeorado. Hace aproximadamente un año y medio, la Municipalidad de Encarnación dejó de destinar fondos para la operatividad de la biblioteca, lo que ha dejado a la institución sin recursos suficientes para mantener sus servicios. Entre las consecuencias más graves de esta falta de apoyo está la interrupción de los servicios de internet y teléfono, que han sido suspendidos por la falta de pago. Sin estos servicios básicos, la biblioteca no solo ha perdido su capacidad de conexión con el mundo exterior, sino que también ha dejado de ser un punto de acceso a la información digital para los estudiantes y usuarios.
Giubi también denunció que, debido a las filtraciones de agua, los materiales bibliográficos se están mojando y deteriorando, lo que pone en riesgo el patrimonio cultural de la ciudad. “Los libros, revistas y otros materiales están siendo destruidos poco a poco por la humedad. Cada vez que llueve, el agua se filtra por las paredes y el techo, y no hay nadie para reparar los daños. Es una situación realmente triste”, lamentó la directora.
La biblioteca, que alguna vez fue un lugar de encuentro para estudiantes, investigadores y amantes de la lectura, hoy parece ser un símbolo de la falta de compromiso de las autoridades con la cultura y el bienestar de la comunidad. A pesar de los esfuerzos de quienes trabajan en el lugar, la situación se ha vuelto insostenible, y los vecinos y usuarios claman por una respuesta urgente de la municipalidad.
El pedido es claro: una intervención inmediata para reparar la estructura, garantizar la continuidad de los servicios y preservar los materiales bibliográficos. La falta de acción por parte de las autoridades municipales pone en evidencia un desinterés por una de las instituciones culturales más importantes de Encarnación, y plantea serias dudas sobre el futuro de la biblioteca y su rol en la comunidad.
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