Las personas de 60 años en adelante corren mayor riesgo de presentar complicaciones graves por la influenza, en comparación con los adultos jóvenes sanos, porque las defensas del sistema inmunológico de los seres humanos se debilitan con la edad.
La vacunación es fundamental para esta franja, debido a que corre mayor riesgo de presentar complicaciones por la influenza. Cada año, las vacunas contra la influenza se actualizan para adaptarse a los cambios en los virus. Además, la inmunidad declina a lo largo de un año, así que la vacunación anual es necesaria para garantizar la mejor protección posible contra esta enfermedad. Cabe recordar que las dosis antigripales están disponibles de manera gratuita en todos los servicios de Salud Pública del país, y va dirigida a grupos de riesgo, entre los que se incluye a las personas adultas mayores.
Por otro lado, mantener buenos hábitos de salud, como cubrirse la boca y nariz al toser, lavarse las manos y evitar el contacto con personas que están enfermas es primordial.
Asimismo, buscar atención médica rápidamente ante la presencia de síntomas de influenza, para determinar si se necesita algún tratamiento con medicamentos antivirales, es otro paso clave.
Los síntomas de la influenza incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores corporales, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Algunas personas también pueden presentar vómitos y diarrea.
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