Ayer una joven salió de alta tras estar entubada y en terapia en el Hospital Nacional de Itauguá luego de su guardia. Médicos en formación soportan sobrecarga por la falta de más recursos humanos.
Las largas horas de trabajo en los servicios hospitalarios y el estrés representan una gran carga para los profesionales de la salud. Uno de los sectores donde se deja ver esto es en el caso de los residentes médicos. La suma de todos esos factores se hizo evidente en Pamela Flecha, quien cumplía servicio en el Área de Pediatría del Hospital Nacional de Itauguá. Luego de caer en terapia y estar entubada, en la tarde de ayer, la joven recibió el alta médica y se trasladó a su hogar donde guardará reposo durante una semana.
Flecha señaló que como residente su anhelo es que deje de existir la sobrecarga laboral a la que están sometidos. Consideró además que hay cuestiones que pulir en cuanto a la organización de este sistema.
Situación. Pamela resaltó la necesidad de más recursos humanos porque el ministerio no quiere liberar presupuesto. Expresó que no solo el sistema de salud los explota, sino también ellos mismos caen en la autoexigencia por los pacientes.
“Yo no almorzaba, no desayunaba, no porque mi superior me prohiba, sino porque estaba primero salvarle la vida a mi paciente o si no otras cuestiones que tenían que ver con mi trabajo antes que mi persona. No quería faltar, no por miedo a recuperar, sino porque amo lo que hago”, relató la residente. Por esto tampoco llegó a presentar quejas por recuperar guardia o no tener posguardia.
Viviana Brítez, residente del segundo año también en el Área de Pediatría, relató que en el centro asistencial existe mucha sobrecarga de trabajo, extendiendo el horario establecido por la Comisión Nacional de Residencias Médicas (Conarem).
Detalló que el horario reloj de lunes a viernes es de 7.30 a 17.00. Los sábados de 7.30 a 12.00. Sin embargo, al comprobar la marcación de todos los asignados, sobrepasaron ese tiempo. “Yo me llegué a ir a las 2.00 de la mañana de acá el año pasado. Fui, me bañé y volví. Mi horario de salida tenía que ser a las 17.00. Todo porque hay mucho trabajo”, contó Viviana.
Relató que el día que le toca turno debe estar en su servicio, luego hacer guardia en otro servicio. Posteriormente entregar dicha guardia y continuar con su labor rutinaria.
Según el artículo 7.7 de la Conarem, la posguardia solo debe extenderse hasta las 12.00. Sin embargo, ellos iban hasta las 17.00, llegando a 36 horas en el hospital.
Aplicación. El doctor José Buena, jefe del Área de Pediatría del Hospital de Itauguá, contó que luego de lo ocurrido con la residente, ellos se retiran de su posguardia a las 12.00. Admitió que las cargas horarias para un médico en formación, son extensas en comparación con otras carreras.
“Nadie puede negar ni ignorar que esa carga otorgada a los médicos en formación es bastante alta, comparado al alto grado de estrés y es una tensión constante al ser humano”, señaló el responsable del Área Pediátrica. ULTIMA HORA
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