Un hermoso ejemplar de Lobope fue avistado en aguas del Río Paraná estos días, seguidores compartían imágenes del juguetón animal silvestre en el Río zona de Mboi Cae y ya hace un tiempo también fue observado desde la Costanera.
Según el Concejal Andrés Morel, el Lobope se maneja en familia y habrían adoptado vivir en nuestra zona alimentándose de peces que pueden cazar en el agua. El mismo recordó la importancia de la preservación de estos animales, no alimentarlos y mucho menos matarlos ya que no representan peligro alguno.
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El concejal recordó haberlos visto en la Villa Baja en el 2009 cuando desarmaban el viejo edificio de la Aduana contó que los ejemplares se encontraban “cazando en familia, luego mataron a uno y desaparecieron, el año pasado los vi en Itacua y ahora los veo en esta filmación, ojalá que seamos conscientes y cuidemos a nuestra fauna” resaltó Morel.
Desee Paraguay Salvaje informaban que se le conoce como Nutria de América Del Sur, Lobo de río y Perro de agua. Se le da estos nombres tanto en el idioma español como en portugués. Por su parte, en Argentina le nombran Lobo Gargantilla o Ariray, en Paraguay Lobope.
Es la nutria o lutrino más grande del mundo, los machos adultos miden entre 1.5 y 1.8 metros de largo, la hembra es solo un poco más pequeña, sin embargo, hay ejemplares que han llegado a los 2.4 metros.
Posee un peso que oscila entre los 32 y 45.3 kilos el macho, mientras que la hembra posee un peso estándar de 22 a 26 kilogramos. A pesar de ser más larga que la nutria marina, ésta es más pesada.
Su piel posee un aspecto aterciopelado, posee una mancha en el pelaje ubicado en el cuello, esta es de color crema o blanco, la forma de la mancha varía según el ejemplar; es única, es fácil reconocer a un individuo a simple vista gracias a ella.
Posee unos bigotes muy sensibles a la presión del agua y corrientes, que le permite detectar cambios fácilmente en ésta para poder localizar presas.
Esta especie diurna es inteligente, muy activa, curiosa, juguetona y emite vocalizaciones de gran variedad.
La caza por el valor comercial de su piel y la degradación de su hábitat lo ha llevado a estar en peligro de extinción, por lo que depende de nosotros que el Lobope siga formando parte de nuestra fauna paraguaya.
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