Merardo Ayala Palacios se encuentra a días de cumplir sus 100 años de vida y su familia prepara un gran festejo en el Club Itapúa Porá este domingo a las 11:00hs. junto a sus amigos y seres queridos.
Don Merardo nos recibió en su casa del Barrio Quiteria de Encarnación, el mismo se encuentra en buen estado de salud y con una memoria envidiable gracias a la constante lectura, dijo que lo que más valora son los libros obsequiados por sus amistades.
Al ser consultado por la receta para llegar a esta edad, dijo que su alimentación es totalmente natural, no tener ni un solo enemigo y la abundante lectura.
El hombre recordó años atrás donde detalló fragmentos vividos durante el ciclón que azotó la ciudad de Encarnación en septiembre del año 1926 y la manera en la que logró salir con vida de aquel suceso que destruyó la Villa Baja y segó la vida de 400 personas.
El mismo tambíen fue excombatiente de la Guerra del Chaco.
Su hermanos de madre el finado Ananías Maidana profesor y político paraguayo, secretario general del Partido Comunista Paraguayo entre 1989 y 2007 le causó ser objeto de constantes detenciones en tiempos de la dictadura de Stroessner, otro hermano que es recordado en la historia de Encarnación es Herminio Palacio quien siendo director de Correos, un lunes 18 de diciembre de 1.972, en confuso incidente con que fuera su amigo, Domingo Robledo, entonces intendente municipal, acuchilló a éste luego de haberlo perseguido por la Avenida Caballero hasta su intersección con la Ruta 1, lugar donde ambos protagonizaron el hecho que más conmocionó a la ciudad de Encarnación: el asesinato de Robledo y el posterior suicidio de Herminio Palacios según se detalla en Época de Oro II.
El historiador encarnaceno Julio Sotelo detalló que Don Merardo es hijo de Don Rafael Ayala y Doña Ignacia Palacios, nació el 11 de junio de 1.918 en Santa Rosa Misiones, cuando Merardo tenía cuatro años murió su padre. Rafael Ayala, un argentino que llegó al Paraguay después de la Guerra Grande. Al igual que otros extranjeros, uruguayos y argentinos llegados a la zona ocupando inmensas hectáreas de tierras en Santa Rosa, ese lugar hoy se llama Ayala Cué. Los Palacios, de origen misionero también tenían grandes extensiones de tierras. En la revolución de 1.922, Don Estanislao, padre de Ignacia Palacios, por ser simpatizante del partido colorado sufrió los rigores de la persecución de aquellos años de permanentes guerras civiles, por lo que vendió sus propiedades. Ante esta difícil situación, la madre de Merardo, viuda, decidió salir de ahí. Con los pocos animales que tenía y algunos de sus hijos, vino hasta Coronel Bogado donde permaneció un tiempo pero las cosas no resultaron así que juntó nuevamente sus animales, las pocas pertenencias y vino a Encarnación. Merardo tenía entonces alrededor de 6 años. Se instaló en un terreno cerca del arroyo Potî-y que le alquiló Dalmiro Pagliera, compadre de doña Victoria, para que allí pueda tener sus animales. En esa zona, la viuda de Ayala y el señor Scheid hicieron funcionar las primeras lecherías que más tarde se conocería como Cambyretá. Doña Ignacia tuvo otros hijos: Ananías que lleva el apellido paterno Maidana. Más adelante nacieron Herminio y Elva que llevan solo el apellido materno Palacios.
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