Shanny Sabrina Druczkoski Candia tiene tan solo 15 años y ya tuvo el privilegio de representar al Paraguay en un Mundial de Danza, la misma nació el 5 de noviembre del 2002 en Hohenau –Itapuá.
Se inició en la danza a la edad de cuatro años, cuando durante un festejo del día del niño en la escuela a la cual asistía, en medio de tanta alegría y bullicio, su compañerita les deleitó con una hermosa danza paraguaya. Fue ahí en medio del festejo y ese show de talentos, donde se dió cuenta que la danza le llenaba no solo el oído, sino el corazón. De regreso a su casa pidió a sus padres que la llevaran a una academia de danzas.
Actualmente reside en Naranjito, Distrito de San Rafael en Itapuá.
En el 2017 recibió apoyo económico del Fondec para viajar a Orlando, Florida, Estados Unidos y representar al Paraguay en el World All Dance International Championship. Compitió en las modalidades de Jazz, Árabe, Paraguayo y Show.
“Me apoyaron con 13.974.900 guaraníes, lo cual agradezco y valoro muchísimo ya que me sentí respaldada por el Fondec, una Institución respetada y de años de trayectoria apoyando culturalmente a todos los artistas para poder cumplir sus metas, sueños y anhelos”, explica la bailarina.
El apoyo de parte del Fondec significó para Shanny mucho más que algo económico, fue el premio a años de ensayo, dedicación, entrega y sobre todo amor a la danza.
“Es un orgullo para mí, como paraguaya verme realizada y ver la realización de varios talentos con el apoyo del Fondec. Personas logrando sus objetivos que quizás no serían posibles sin ese respaldo seguro y concreto”. La bailarina sintió que no estaba sola sino siendo respaldada por una Institución que apostó por ella y su talento.
“Gracias al Fondec pude hacer realidad un sueño, representar a nuestro amado Paraguay en el exterior. El Fondec creyó en mi capacidad y eso significa muchísimo para mí, demostrándome una vez más que todo sacrificio tiene su recompensa”, nos cuenta emocionada.
Shanny practica los estilos de danza paraguaya, clásico, árabe y Jazz. También ha estudiado las modalidades de español y danza aérea. Ama aprender y expandir sus conocimientos. Le gusta capacitarse en todas las áreas posibles.
“Mientras más uno sepa, tiene más posibilidades de crecer tanto personal como profesionalmente en el ámbito que se desarrolle, nunca debemos de limitar nuestro aprendizaje, estamos en la vida para aprender, crecer y ser. Y qué mejor que si además podemos inculcar a nuestros jóvenes el amor por la cultura”, relata la jóven bailarina que piensa seguir enseñando a niños y jóvenes de su comunidad. ”Me recibí de bailarina profesional y amo poder dar un poco de mí en cada clase, enseñar todos mis conocimientos en varias modalidades, transmitir amor y pasión en cada clase, teniendo conciencia del esfuerzo y la dedicación que se requiere, enseñando valores, disciplina y expresión corporal. La danza fomenta también autoestima y confianza en uno mismo. Estar en contacto con chicos y poder transmitir lo que me apasiona hacer, me da vida y me hace muy feliz al ver el progreso en cada uno de ellos”.
Estos son los motivos por los cuales baila y enseña. Quiere seguir creciendo porque para ella no hay imposibles cuando hay determinación.
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