A mediados del siglo pasado, 6 hermanos oriundos de la Compañía Punta Porã del distrito de General Delgado iniciaban una carrera que no conocería límites y mucho menos obstáculos que puedan detenerlos. Esta historia la cuentan Miguel, Carlos y Ceferino Barrios desde esta lejana comunidad del Portal de Itapúa.
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La familia Barrios, compuesta por 11 hermanos, de los cuales 6 eran varones, iniciaba una aventura casi por casualidad; es que un familiar cercano había fallecido y por esas extrañas circunstancias de la vida, dejó algunos instrumentos musicales guardados en la casa de los mismos.
Fue así que estos hermanos comenzaron a “experimentar” el arte de la música, algunos buscaron profesores, otros aprendieron de forma autodidacta pero todos se volvieron grandes baluartes de la guitarra, el bandoneón, el contrabajo y el violín.
“En 1952 yo estaba en el cuartel en Asunción, cuando un vecino mio fue y me comentó que mis hermanos ya estaban formando un conjunto musical, cuando regresé aprendí lo más rápido que pude y me sumé al grupo”, relató Ceferino.
El medio de transporte era el caballo, debían de salir un par de día antes si el destino era distante, muy pocas veces encontraban algún patrón con vehículo. “Éramos prácticamente los únicos músicos, tocábamos en cumpleaños, casamientos o cualquier acontecimiento especial, pero eso sí, debíamos tener el permiso de las autoridades”, señaló Carlos.
Recorrieron ciudades, departamentos hasta países; participaron de innumerables fiestas cargadas de anécdotas, hasta que el destino se encargó de separarlos. Hoy solo están 3 de los 6 hermanos pero “tenemos mucho todavía por recorrer” aseguraron a pesar de haber superado ya los 80 años.
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