Semanas atrás les presentamos la historia de Doroteo y Blanquita, una pareja de residentes del Hogar de Ancianos Pa’i Hermann Piepper de General Delgado, que se reencontró tras 60 años luego de que ambos hayan tomado rumbos diferentes de jóvenes y al final varias décadas después volver a iniciar una relación convirtiendo en una historia digna de una novela.
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Hoy vamos a conocer a Don Cipriano Mereles “Chacho”, de 72 años, cuya historia de vida puede servir de inspiración a miles de personas que pasan por problemas de alcoholismo. Chacho fue alcohólico por más de 40 años, no tiene familiares y vivía en plazas, parques o en una de las seccionales coloradas de General Delgado, pasó hambre, sed, frío y muchísimas otras necesidades por las que un indigente pasa.
Conocido por todos, más de una vez quedó dormido en las rutas y caminos vecinales del distrito, salvándose de milagro de morir arrollado por algún vehículo. En imágenes se puede observar la forma en que Chacho llegaba a este hogar y como podemos observar hoy, existe un cambio radical en su vida.
“Siento mucho haber vivido la vida que lleve porque yo no era así, no se lo deseo a nadie, ahora quiero seguir recuperándome de todos esos años que desperdicie en mi vida”, dijo visiblemente emocionado en una entrevista a IN. “Gracias a Dios me recuperé, no quería morir así. Antes de joven trabajaba bien en la chacra con mis hermanos y sin darme cuenta casi me pierdo”, agregó.
Por su parte el Intendente Municipal Lic. Cecilio Florentín Benítez, nos contó que conoce a Chacho desde hace varios años y que hoy puede ver en su vida que vale la pena todas las inversiones realizadas en el Hogar de Ancianos. Entre algunas anécdotas que pasó cuenta que en una ocasión encontró a Chacho dormido en un camino vecinal y que por poco lo arrolló con un camión. “Gracias a Dios solo fue un susto, o sino no estaríamos contando esta hermosa historia”, expresó el Jefe Comunal.
Luego de haber llegado casi desnudo y con la ayuda de la Policía Nacional, hoy Chacho dice estar ansioso de ayudar a otros indigentes a luchar por su vida y recuperarse con la ayuda de Dios. “Se hasta las mentiras de un alcohólico, cuesta salir, pero con voluntad y la ayuda de Dios podemos recuperarnos, sino mirenme a mi”, sentenció.
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