Encarnación vivió un acto de solidaridad y esperanza luego de que un joven de 22 años, diagnosticado con un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico, se convirtiera en donante cadavérico tras ser declarado con muerte cerebral en el Hospital Regional de la ciudad.
Este gesto altruista permitió activar el protocolo de ablación y trasplante, liderado por el equipo quirúrgico del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), quienes llegaron a la ciudad en un vuelo coordinado.
El Dr. Juan María Martínez, director de la Séptima Región Sanitaria, junto con el Dr. Jorge Ayala y el Dr. Rubén Darío Román, encabezaron la organización de este procedimiento en colaboración con la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA) regional y la Patrulla Caminera. La rápida coordinación entre estas instituciones fue clave para garantizar el éxito de esta noble causa.
“El trabajo incansable de los profesionales de salud y la generosidad de esta familia permiten dar una nueva oportunidad a pacientes que esperan un trasplante”, expresó el Dr. Martínez, destacando la importancia de la donación de órganos como un acto de vida y esperanza.
Este acto heroico resalta la grandeza de un gesto que, en medio del dolor, logra transformar vidas. Desde el sur del país, una vez más se refuerza el compromiso con la salud y la solidaridad.
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