En medio de un escenario marcado por copiosas precipitaciones, los agricultores se preparan para una temporada desafiante en la producción de cultivos, especialmente en lo que respecta a la soja. Con un volumen pluviométrico notablemente elevado en los campos, se anticipa que el cuidado de las tierras requerirá una atención más intensa de lo habitual de cara a la próxima campaña.
Las recientes lluvias han resultado en un aumento significativo del contenido de humedad en el suelo, lo que podría afectar los procesos de siembra y desarrollo de los cultivos, particularmente en los casos del trigo y la canola, donde ya se están registrando retrasos en las actividades agrícolas.
Las condiciones climáticas adversas están generando preocupación entre los productores, quienes están evaluando estrategias para mitigar los posibles impactos negativos en la producción. A pesar de estos desafíos, hasta el momento, los cultivos no han sufrido daños significativos debido a las lluvias intensas.
Para obtener una visión más detallada sobre el panorama actual y las perspectivas futuras, el Ingeniero Michael Cristam de la Cooperativa Naranjito, compartió sus reflexiones. «Estamos observando de cerca la situación y trabajando en conjunto con los agricultores para implementar medidas que minimicen los riesgos y optimicen los rendimientos», señaló Cristam.
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