Nueva Alborada se enfrenta a un desafío muy importante después de las intensas lluvias que azotaron la región, causando estragos en la infraestructura y dejando a su paso un rastro de destrucción.
El Intendente Oscar Martínez compartió una evaluación franca de la situación actual de la ciudad. Explicó cómo las fuertes precipitaciones provocaron el desborde de arroyos y la destrucción de caminos, lo que ha dejado a numerosas comunidades incomunicadas y en estado de emergencia.
«Nos encontramos frente a una situación desafiante», afirmó Martínez. «Las lluvias han causado estragos en nuestra infraestructura, y nuestra prioridad en este momento es garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros ciudadanos».
Uno de los aspectos más preocupantes destacados por el Intendente es el estado de los caminos, especialmente en la zona de Puerto Trinidad. Los caminos quedaron severamente dañados, lo que dificulta aún más los esfuerzos de rescate y recuperación. Martínez reconoció que la reconstrucción de los caminos será un desafío monumental una vez que las inclemencias climáticas cesen.
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