Tiempo atrás se socializaba una increíble manera de manejar los residuos que dejaba en evidencia la precariedad y poca preocupación de las autoridades en un caso de larga data que involucra a los distritos de Cambyretá y Encarnación en el barrio Barrero Guazú, donde pobladores y vecinos del sector están expuestos al humo tóxico de cubiertas y basuras que provienen de las recolecciones de ambos distritos las cuales se queman en un baldío.
En el lugar no hay ningún sistema de tratamiento ni alguien que esté “a cargo” de monitorear este procedimiento irregular. Los camiones, provenientes desde los dos municipios según manifestó el vocero de los vecinos, simplemente llegan y tiran allí su basura para que sea quemada al aire libre.
Los vecinos no pueden siquiera salir afuera de sus casas, ni tampoco comer por la cantidad impresionante de moscas que inundan los hogares todo el tiempo, además del olor nauseabundo.
Tras las noticias y presiones sociales que se realizaron durante el último tiempo, las autoridades prontamente se decidieron a realizar algunos movimientos para tratar de arreglar esta situación y de esta manera un fiscalizador del MADES llegó desde Asunción.
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